Mal empiezan los cursos escolares
y ya hubo suspensión de clases:
estudiantes que dejan los hogares,
regresan a las aulas con más afanes;
escuelas “tomadas” por profesores:
van marcando a ritmo los compases,
pidiendo plaza y base los mentores.
Con actitud muy decidida y agresiva
exigen de autoridades educativas
superiores condiciones y servicios:
que reparen bebederos y sanitarios,
pues quieren, dicen, evitar perjuicios
a los alumnos, y piden mejores salarios.
“Apenas” hubo Honores a la Bandera
y se pronunció el Juramento Escolar,
tal parece que estuvieran a la espera
de iniciar ciclo y hacer el “paro” estallar.
De manera que se considera irreflexiva
se oponen a la Reforma Educativa,
que pretende evaluar y promover
de acuerdo a capacidad y aptitudes.
Para tener una existencia más atractiva
la educación a la que se quiere acceder,
destaque los valores en todas latitudes
¡y así sea posible progresar y crecer!