¿Eres un Grinch?

El aroma a castañas, la fiesta de luces en las calles y el acorde de villancicos indican el comienzo de la temporada del año más esperada por muchos: la Navidad.

Las reuniones familiares, las sorpresas inesperadas y las sonrisas repentinas no pueden faltar en esta fecha. Y aunque esta época simboliza paz y amor para la mayoría, hay quienes la consideran como la más fastidiosa, irritante, perturbadora y hasta angustiante del año.

A esta situación se le denomina depresión navideña o fenómeno Grinch, ¿recuerdas al duende verde y malhumorado que deseaba acabar con la felicidad de toda una ciudad en esta fecha? Pues bien, el nombre surge de ahí. Sin embargo, este síndrome describe a quienes muestran un comportamiento negativo en esta época o que sólo consideran a la Navidad como un crudo invierno. Ni los villancicos ni las luces navideñas logran evitarlo.

La master en psicología, Xóchitl Robles, asegura que la depresión navideña surge por “la culminación de todo un año y el análisis de su recorrido”, así como el recuento de metas y objetivos que no se lograron.

Según la experta, es uno de los males que atacan a las personas en las últimas fechas del año. Es por ello que el consumo de antidepresivos aumenta un 3% en esta época al igual que las consultas psicológicas y psiquiátricas donde se atienden principalmente a pacientes que sufren depresión, nostalgia y melancolía.

Por otra parte, el psiquiatra y experto en trastornos del estado de ánimo, Erik Nelson, sostiene que las personas se deprimen en esta temporada porque los días son más cortos tras la ausencia de luz en las últimas horas de la tarde. También asevera que algunos intensifican recuerdos dolorosos relacionados con la pérdida de seres queridos o de una infancia estresante.

Al considerarse a la Navidad como una época de felicidad, algunas personas no se sienten merecedoras de estas cualidades, incluso, llegan a sentirse culpables por el hecho de pensar en compartir y disfrutar de las fiestas con los demás. Hay quienes se entregan al alcohol o a las drogas, y esto en el peor de los casos, aumenta las probabilidades de intentos de suicidio.

Las razones varían para padecer depresión navideña, ya sea por el distanciamiento de un ser querido, la angustia de no poder obsequiar algo o la frustración de ver el fin del año sin haber logrado los propósitos planeados.

Este trastorno puede aparecer en la vida de cualquier persona sin importar la edad. Para Xóchitl Robles, las personas de la tercera edad son las más afectadas en esta temporada invernal, ya que las familias actuales han perdido tradiciones y olvidan reunirse con los pilares de la familia: los adultos mayores.

“Es el tiempo donde se deprimen más porque tanto hijos como nietos no los toman en cuenta y los dejan en el abandono durante las fechas decembrinas”, añade la también conferencista.

La psicóloga recomienda escuchar y cuidar la salud integral de los adultos mayores durante esta fecha. Añade que esta época representa algo más que sólo regalos caros, simboliza la época ideal para cuidarlos, atenderlos y para que se sientan participes de esta celebración.

También asegura que la depresión no es hereditaria debido a que se desencadenan por factores ambientales y no biológicos.

“Cuando hablamos de depresión hereditaria no hablamos de genes, sino de entorno familiar. Se ha observado una mayor predisposición a sufrir una depresión cuando uno o más miembros de la familia han tenido el mismo trastorno. Pero parece un motivo más que genético, de influencia socio cultural”, menciona.

¿Cuándo dejaré de ser el señor Grinch?

Al igual que el Grinch, no esperes hasta que culmine la época decembrina para tener un buen corazón y olvidarte de la depresión. Las personas que verdaderamente sufren este trastorno, no sólo se encuentran tristes en Navidad, sino en todo el año. Y aunque sea un proceso que dura un tiempo determinado, se puede erradicar.

Lo recomendable es acudir con un especialista en caso de tener intenciones de autodañarse o de dañar a los demás. También se debe de asistir si se presenta alguno de los siguientes casos:

• Llorar con frecuencia sin una causa.

• Bajar el rendimiento en vida laborar, escolar o familiar por más de dos semanas.

• Beber alcohol antes del desayuno.

• Dormir más de la cuenta.

• Perder apetito y peso.

• Falta de concentración

• Apatía, irritibilidad y tristeza persistente.

Los antidepresivos... ¿La mejor opción?

Los antidepresivos son medicamentos que sólo deben ser consumidos por personas con depresión y por una orden estricta de algún especialista. La psicóloga Xóchitl Robles, asegura que existen otras actividades que ayudan a enfrentar las malas emociones de esta época. Las principales son hacer ejercicio y evitar el consumo de bebidas alcohólicas en exceso, sin embargo, existen otras alternativas.

• No esperes a final de año para ser feliz: Recibe estas fechas sin demasiadas expectativas. No busques que las navidades o el año nuevo llenen tus vacíos emocionales.

• Aumenta tu capacidad para ilusionarte: Piensa en qué cosas te dan placer, que te hace ilusión, realiza una búsqueda de lo que te gusta y trata de practicarlo.

• Disfruta de cada día: A veces los cambios traen cosas buenas y a veces son malas. Captar las dos nos enseñará a disfrutar las primeras y aprender de las segundas.

• Agradece: Date cuenta de la suerte que tienes por lo que tienes, por lo que te rodea. Da las gracias por todo ello y se consciente.

• Regala afecto: Es el regalo más preciado que poseemos y el más agradecido.

• No te estreses: Si las cosas tienen solución, no te preocupes, y si no la tiene… ¿para qué preocuparse

• Vive el presente: Deja el pasado atrás. Aprende de él y déjalo ir.

• Ayuda a los demás: Todos caemos en algún momento. Tener a alguien que te sujete no se paga con dinero, y ayudar a levantarse resulta tan gratificador como productivo emocionalmente.

La felicidad no es una meta, ¡es un camino!