El lema decía "febrero, mes de inscripciones", refiriéndose a la preinscripción que deben hacer los padres cuyos hijos deberán ingresar a la educación básica, sea primaria o secundaria, en septiembre de 2015.
La decisión que tomarán será una de las más importantes de la vida; elegir la mejor escuela que a cada quien le sea posible, significa adquirir una buena preparación básica académica para aspirar a tener resultados exitosos en la preparatoria o bachillerato y más adelante en la vida laboral.
Se ha repetido frecuentemente la importancia de educar a un pueblo para tener mayores oportunidades de combatir a la pobreza, cosa cierta, aunque preocupantemente tenemos un fuerte rezago en comparación a otros países de la OCDE. Tan sólo piense que nueve millones de mexicanos aún son analfabetas, que representan al 27 por ciento de la población -redondeando en 123 millones de habitantes- y que ocupamos el último lugar en las evaluaciones hechas por el organismo.
El analfabetismo funcional, no leer adecuadamente y/o comprender con suficiencia lo enseñado a fin de aplicarlo a la vida diaria, es otra deficiencia grave causada por la falta de calidad de la enseñanza y el incumplimiento de la cobertura de los programas educativos nacionales.
Cuenta aparte es la deficiencia en el aprendizaje de los lenguajes computacionales, su manejo y el dominio adecuado del idioma español; ni qué decir de una segunda lengua, inglés o de ser posible mandarín.
Para nuestro infortunio, el problema de la deficiente calidad educativa nacional tiene un camino cuesta arriba y prolongado, a pesar de los intentos de Reforma Educativa, donde los principales opositores son los propios trabajadores de la educación -en minoría, pero altamente combativa- que aprendieron o los enseñaron a incumplir objetivos académicos y laborales. Un dato interesante es que más de 6 de cada 10 personas que presentan examen en el estado de Coahuila, para obtener una plaza de maestro, lo reprueban.
Las nuevas disposiciones para la reinscripción marcaron el mes de enero para iniciar el proceso por vía electrónica, mismo que falló por diferentes causas, pero que deberán atender quienes aspiran que sus hijos ingresen a una escuela pública.
De cualquier manera, es tiempo de que hagamos conciencia y busquemos lo mejor para los menores, particularmente aquellos que tienen hijos en edad del llamado "nuevo ingreso".
Es difícil hacer elección, sin embargo hay algunos tips que pueden tomarse en cuenta.
Si su hijo ingresará a una escuela pública, será dirigido a aquella que esté más cercana a su domicilio particular; de ella habrá que preguntar sobre maestros y equipamiento. Interesante que de ser posible se informe sobre las incidencias de ausentismo y sus causas, además de asegurarse que no existan cuotas extraordinarias o cooperaciones en dinero o especie de cualquier tipo.
Si puede y quiere pagar una colegiatura por ingresar a una escuela de las llamadas particulares haga las mismas preguntas e insista en que le aclaren las posibles cuotas extraordinarias -pago de laboratorios, biblioteca, centro de cómputo, entre otros-. Mejor aún si se lo dan por escrito.
Hay algunos datos que le permiten tener una idea más aproximada de la calidad académica de la institución en que estudiará su hijo; todas son útiles para buscar cómo mejorarlas en un espíritu crítico, comprometido y colaborativo.
Pregunte por la formación integral; es decir, programas complementarios tales como talleres, concursos, exposiciones, viajes de estudio, etcétera, que ayudan al menor a tener elementos para formar conciencia cívica; infórmese de programas deportivos y culturales que ayuden a cumplir aquello de "mente sana en cuerpo sano"; pregunte por los niveles de estudio de los profesores y directivos, investigando además sus antecedentes de relación social con otros padres de familia que ya hayan tenido algunos años de experiencia en esa escuela; vea las condiciones de salones, talleres, laboratorios y canchas deportivas y no tema preguntar los porqués del estado bueno o malo que encuentre de ellos.
En todos los casos, establezca contacto con la sociedad de padres de familia y que ellos le den información útil. Es muy conveniente que se involucre con ellos y que los apoye asistiendo a juntas y aceptando trabajos extraordinarios en comités o comisiones y dado el caso, esté dispuesto a combatir a los que buscan el beneficio personal.
Recuerde que se trata de su hijo o nieto y que él debe recibir la mejor educación para su desarrollo personal y vida futura.
Este mundo globalizado tiene dos grandes opciones a elegir: buenas o mejores condiciones de vida social reservada para aquellos que tienen la mejor educación -no sólo instrucción- que serán quienes dirigen al mundo y los demás, que tendrán que encontrar soluciones a las limitaciones económicas y atender los trabajos que cumplan los objetivos propuestos por los primeros. ¿Qué futuro quiere preparar para su familiar menor?
ydarwich@ual.mx