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Sin lugar a dudas

PATRICIO DE LA FUENTE
"Nuestro ánimo se inclina a confiar

en aquellos a quienes no conocemos

por esta razón: porque todavía

no nos han traicionado."— Samuel Johnson

Los políticos suelen hacer presencia cuando requieren de nuestro voto u obtener algo, cosa que hay que tomar muy en cuenta de cara a las elecciones que ya tenemos encima, ahora en junio.

Ahí, antes, durante y días después de la elección, hacen como si se interesaran o aparentan que lo que nos ocurre, les es importante.

Después de ser elegidos, poco o nada volvemos a saber de ellos. Para ser justo, México está lejos de contar con una ciudadanía participativa que de seguimiento a lo que hacen los políticos y al sentido de sus acciones.

El problema es que no hacemos responsables a quienes ejercen la política, a la rendición de cuentas. Sí, sabemos quien es el Presidente de la República, conocemos a algunos miembros de su gabinete, si acaso a ciertos gobernadores, pero no siempre el nombre de los senadores y diputados que nos representan por distrito, ni qué hacen.

No solemos escribirles, ni vigilar el sentido de su voto ante las cámaras. Tal laxitud deriva en que muchos hagan y deshagan como quieren, pensando que sus gobernados se encuentran bien. Ahí, a partir del desinterés mutuo, se gesta la lejanía entre ciudadanos y políticos, hecho que nunca augura ni es preámbulo de cosas buenas.

Esto te lo platico, querido lector, a partir de una costumbre muy positiva que tiene Barack Obama, presidente de Estados Unidos, desde que asumió las riendas del poder.

Hacia 2009, Obama pidió a su equipo que diariamente, de las miles de cartas y peticiones que recibe la Casa Blanca, eligieran diez y se las entregaran. Todas las noches, sin importar donde esté, Barack Obama lee una decena de misivas y trata de responder personalmente, dos o tres de ellas.

"Las misivas le llegan a Obama en el interior de una carpeta lila y las hay de todo tipo: extremadamente críticas, gritos de auxilio o encendidas alabanzas. Leerlas es un ritual nocturno imprescindible para el presidente".

Lo más sorprendente es que Obama a partir de lo que lee, también ha pedido a sus asesores que gestionen citas y encuentros con algunas de las personas que le escriben, para escuchar de viva voz sus problemas y sentir respecto a las acciones gubernamentales, la marcha del país y lo que les preocupa.

Dichas reuniones entre el presidente y los ciudadanos no sólo tienen verificativo en la Casa Blanca sino en restaurantes y otros lugares comunes.

Sería muy positivo que en México, sin importar en cual de los tres niveles de gobierno se encuentren, los políticos se involucraran mucho más y nosotros, los ciudadanos, la de escribirles y cantarles derecho lo que pensamos.

Que no sea sólo en tiempo de elecciones como ahorita en las intermedias de 2015, o queriendo sacar raja, cuando los candidatos y políticos busquen cercanía ni de nuestra parte, sólo durante los comicios cuando expresemos nuestras demandas y sentir.

Nos leemos en Twitter, sin lugar a dudas: @patoloquasto

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