La esposa del yihadista australiano Khaled Sharrouf intenta regresar con sus cinco hijos a Australia, donde el gobierno del país la ha advertido que deberá enfrentarse a la justicia. "Un crimen es un crimen y los criminales deben afrontar todo el peso de la ley australiana, sean hombres o mujeres", dijo el primer ministro, Tony Abbott, en relación a la familia de Sharrouf, cuyo hijo apareció en fotografías sosteniendo cabezas decapitadas. La familia de la esposa de Sharrouf, Tara Nettleton, intenta ayudarla para que pueda volver.