Al menos siete talibanes murieron, seis resultaron heridos y veinte fueron capturados en enfrentamientos con supuestos miembros del Estado Islámico (EI) en el este Afganistán, informaron hoy fuentes oficiales.
Los combates comenzaron en tres aldeas del distrito de Shirzad en la provincia de Nangarhar, donde desde hace semanas se producen choques entre ambos grupos, dijo el jefe de la Administración local, Mohammad Mashooq.
El jefe de distrito afirmó que entre los fallecidos se encuentra un comandante talibán, Mawlawi Haqqyar, y también hubo bajas entre combatientes del EI pero desconocía su número, ya que "el Daesh (el acrónimo del EI en árabe) no permite a la población local informar de sus actividades y ellos no revelan sus víctimas".
"Alrededor de 300 combatientes -del EI-, algunos junto con sus familias, viven en tiendas de campaña y están bien armados comparados con los talibanes", declaró Mashooq.
El portavoz del 201 "Selab" Cuerpo del Ejército afgano, Numan Hatifi, con base en Nangarhar, manifestó que el EI "quiere mostrar su poder contra los talibanes, pero somos conscientes de la situación y no dejaremos que este grupo suponga ninguna amenaza para la gente y las Fuerzas de Seguridad".
En las últimas semanas, decenas de insurgentes perecieron y resultaron heridos en choques armados entre los talibanes y el EI por el control de varias áreas de la provincia.
Las áreas fronterizas con Pakistán como Nangarhar tienen un importante valor estratégico para los insurgentes en Afganistán, cuyo escenario de guerra ha sido alterado con la reciente irrupción de nuevos grupos que proclaman su lealtad al EI.
