¿Será justo incrementar los ingresos tributarios sin que se acompañe de acciones reales (no de simulación) de combate a la corrupción?
Anteriormente hablamos de las opciones que tendrá el gobierno federal ante la caída de los ingresos petroleros.
1.-Dijimos que el gobierno de Enrique Peña Nieto tendría la opción de reducir el gasto público. Esta opción tiene varias vertientes; se podrá disminuir gasto corriente buscando una mejor eficiencia en el gasto gubernamental o se podrá reducir el gasto en inversión pública, la cual a su vez demanda una mejor planeación y el establecimiento de prioridades que logren mejor eficacia de las mismas. De cualquier modo, la reducción en el gasto gubernamental repercutirá en una disminución en el ritmo de crecimiento del PIB.
2.-Otra opción para mitigar la caída de ingresos será incrementar la recaudación. Cuando el gobierno analiza esta opción tradicionalmente significa que va a aumentar las tasas impositivas, que crearán nuevos impuestos, o que se convertirá en "muy cobrón", es decir, que se hará muy bueno para cobrar. Sin embargo, hay otras alternativas que a los funcionarios de Hacienda no les gusta, pero que en el pasado han probado ser muy efectivas, esta es generalizar el IVA, bajando su tasa como podía ser al 12 % o al 10 %; tapar hoyos que mantiene el sistema fiscal mexicano con nueva legislación; reducir tasa de ISR y simplificar el pago de impuestos permitiendo deducciones que son gastos reales de los negocios y las personas físicas, y entonces sí, hacerse "muy cobrón".
3.-Otra opción que tendrá el gobierno es no reducir los gastos ante la caída de los ingresos y entonces al crecer el déficit, incrementar la deuda, que de todas maneras debemos pagar después los mexicanos con impuestos. Esta última alternativa generaría mala señal del gobierno mexicano en los mercados internacionales, porque imitaría a los gobiernos irresponsables que tienen sumida la economía mundial.
El pasado día 15 de enero de 2015, el subsecretario de Hacienda Miguel Messmacher Linartas dijo ante la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados que antes que reducir el gasto público se recurriría a los ingresos tributarios. Es decir, el gobierno ya nos está anunciando cual opción prefiere, pero yo me pregunto y le pregunto a los mexicanos: ¿Se podrá incrementar los impuestos en este país sin que esta medida venga acompañada de medidas de austeridad en el gobierno y en la clase política?
El ahora secretario de Hacienda Luis Videgaray escribió un artículo en la revista Finanzas Públicas cuando fue diputado federal en la LXI Legislatura, donde dijo: "Los recursos con los que se ejerce el presupuesto no son del gobierno federal, de las entidades federativas o de los municipios del país, sino de la gente que contribuye al gasto público".
¿Seguirá el ahora secretario pensando de esa manera? ¿Estará consciente el secretario y la clase política que tienen una responsabilidad fiduciaria sobre los recursos públicos? ¿Se valdrá incrementar los impuestos sin que existan medidas de mayor transparencia y rendición de cuentas de nuestra clase política? Lo he dicho reiteradamente, no se cambiará una cultura de secrecía y de caja negra en la administración pública sin sanciones.
Ante el clamor de los ciudadanos y las evidencias de corrupción, ¿será justo incrementar los ingresos tributarios sin que se acompañe de acciones reales (no de simulación) de combate a la corrupción?
Estas preguntas tendrán que ser contestadas por el gobierno federal para presentar el próximo 8 de septiembre su "paquete económico", pero también la tendrán que contestar los próximos diputados de la LXIII Legislatura.
¿Estarán ambos a la altura de las circunstancias y de lo que demanda el país? ¿Lo estaremos los ciudadanos?
Twitter:
@ClouthierManuel
(Empresario)