Evaluación. Los maestros sí deben ser evaluados, pero de una manera práctica y bilateral.
La evaluación para los profesionales de la educación no debe ser mas que un proceso de mejora continua y orientación para llevar un control sobre las aptitudes y los resultados, así como el desarrollo de los maestros y no una prueba general a manera de examen que no denote realmente el conocimiento o las capacidades de los mismos.
El doctor Orestes Valdés Valdés, director de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación República de Cuba, en La Habana, compartió que en su país, el proceso consiste en evaluar el trabajo del maestro en la práctica y en base a resultados de la implementación de sus técnicas didácticas, es decir, se revisan diferentes aspectos de la labor de cada maestro e incluyendo la participación de ellos al comentar, explicar y realizar una autoevaluación del curso y su desempeño.
Valdés Valdés considera que un proceso de evaluación docente debe ser altamente participativo y bidireccional, en el cual se revisen los sistemas de clase, la metodología, un control de resultados, entre otras estrategias.
El doctor en educación destacó que dentro de los procesos de evaluación en los que ha participado, los maestros dan una valoración sobre sí mismos de cómo llevan a cabo la clase y cómo está desarrollando el proceso educativo hacia los alumnos.
"En Cuba, la evaluación tiene una carácter dialéctico, el maestro participa y tiene como objetivo plantearles cómo pueden mejorar para trabajar el próximo curso en cuanto a la preparación de clases y proyectos; sobre sus limitaciones, desarrollar e implementar un plan de mejora mediante cursos y diplomados para ellos", dijo.
Evaluación
Propone sistema utilizado en Cuba:
⇒ Evaluación realizada por especialistas.
⇒ Se hace en campo y dan observaciones.
⇒ Se plantea una ruta de mejora y se trabaja en corregir debilidades.