El ciclista suizo Fabián Cancellara ha conseguido el suéter amarillo en 29 ocasiones a lo largo de su carrera. (EFE)
Consciente de que su trayectoria como profesional se acerca al final, el ciclista suizo Fabián Cancellara consideró que el "maillot" amarillo ganado ayer domingo en el Tour de Francia evitará que se vaya "con las manos vacías".
Acostumbrado a los reflectores y a los logros a nivel nacional e internacional, el helvético quería tener algo qué presumir en la que podría ser su última aparición en la ronda gala y, para su fortuna, llegó antes de lo presupuestado.
"Ya dije viniendo a Utrecht que este puede ser mi último Tour de Francia y no quería volver a casa con las manos vacías. Honestamente, no esperaba el amarillo hoy, lo mismo los próximos días, la gran oportunidad era la etapa del pavés. Hoy pensaba que sería más para los sprinters", señaló en rueda de prensa.
El resultado significó un bálsamo personal, ya que la víspera terminó más que desgastado y aun así, no le alcanzó para adjudicarse el prólogo, lo cual hizo que disminuyeran sensiblemente sus aspiraciones.
El campeón olímpico contrarreloj en 2008 se coló tercero en la segunda etapa de esta edición 102, lo cual lo catapultó a la punta de la clasificación general y le aseguró portar el jersey de privilegio por vigésima novena ocasión.
"29 días de amarillo son muchos y éste, once años después del primero, es muy especial", expresó.