'Faltan maestros en el arbitraje'

En México no hay buenos maestros del arbitraje.

Para Ramón Flores, exárbitro profesional, el problema es incluso parte de la educación en general. "La actitud de los futbolistas es un reflejo de la sociedad que tenemos en el país, poca educación y sólo algunos con honestidad a la hora de ser derribados o recibir un contacto", considera.

El oriundo de Villanueva, Zacatecas, reconoce que la tecnología ayudaría a evitar muchas injusticias. "Le quitaría la esencia, pero se resolverían muchos problemas", comenta.

Cuando apenas van cinco jornadas del torneo Clausura 2015, los silbantes de la Primera División han sido señalados por errores que afectan directo al marcador. Algunos nazarenos han sido suspendidos la fecha siguiente en la que una decisión suya fue duramente criticada.

A la distancia, "Ramoncito" (como es conocido el exárbito de La Laguna), considera que el legado que dejó Arturo Yamasaki se ha ido diluyendo.

En México no hay buenos maestros del arbitraje y poco a poco se pierde esa identidad de sacrificio del juez central, a pesar de que ganan más dinero que hace más de 30 años.

"El arbitraje está bajo, antes había árbitros que se sacrificaban, lo que le hace falta a México en el arbitraje es un maestro bueno, como Arturo Yamasaki", dice.

Para Flores, el árbitro de la actualidad llega a quedar en ridículo en los partidos; "¿para qué se le llama la atención (a los jugadores) si quedamos más en ridículo. Si lo van a volver a hacer. Mejor que hagan lo que quieran, pero les marcamos la falta. Si no los aplacas, seguirán haciendo lo mismo, o incluso peor".

Ramón Flores sabe que el arbitraje europeo luce más, debido a que los jugadores de ese continente le ayudan en mejor forma al árbitro, son más leales y honestos.

Califica de "llorones" a los futbolistas que juegan en México, por siempre tener la intención de engañar al silbante.

"Al europeo lo considero el arbitraje fuerte, porque allá te pegan, pero el jugador está bien educado. Aquí un jugador siempre quiere engañar al árbitro, realmente es lo mismo en México, pero el jugador tiene educación, hay menos llorones que aquí, lo vive uno en el campo".

SIN AYUDA A LOS ‘GRANDES’

El torneo que actualmente se disputa tiene la particularidad que uno de los equipos más emblemáticos del futbol mexicano se juega su permanencia en el máximo circuito.

A lo largo de la historia, mucho se ha dicho que América y Chivas reciben ayudas arbitrales. pero Ramón Flores, quien fuera silbante de Primera División en la década de los 70, no lo ve así.

Flores aseguró que esos equipos "nunca han sido ayudados intencionalmente". Al igual, confesó no haber escuchado comentarios sobre a ayudar a algún equipo.

"Todo el tiempo se ha dicho eso por la ignorancia del conocimiento de la regla y el razonamiento del aficionado por su equipo. No hay que irse al extremo, son jugadas que salen por la inercia del juego sin nada de intención de perjudicar de beneficiar al otro. Nunca he oído que un árbitro reciba instrucciones de ayudar a un equipo".

También pone como obstáculo para un árbitro la actitud de los jugadores cuando tratan de fingir las faltas, si el jugador se tira constantemente, muchas de las veces no se les marca la infracción a menos de que sea muy claro.

Sobre la nueva tendencia de tener exárbitros profesionales en los programas de análisis deportivos, Ramón no lo ve como un ataque entre colegas, simplemente son contratados para analizar y señalar los aspectos finos ante el público.

"Están contratados para señalar aciertos y errores, están para eso, para analizar los arbitrajes, lo bueno y lo malo, no es ataque, simplemente decir qué hicieron mal y qué hicieron bien, ha habido elogios cuando hacen las cosas bien", dice.

HISTORIA DE UN ÁRBITRO

Ramón Flores llegó a La Laguna a los 8 años de edad. Cuenta que en 1955, fundó el equipo Barrio Azul a nivel amateur, en Gómez Palacio, el cual hasta la fecha existe.

La disciplina en el, equipo era primordial, aunque el comportamiento de un muchacho rebelde dentro del campo de juego, motivó a "Ramoncito" asistir a charlas de árbitros para obtener la capacidad de imponer orden en el campo y controlar a sus jugadores.

"Tenía muchos problemas con un muchacho que era bien latoso, se hacía expulsar por cualquier cosa, fue entonces cuando dije que me quería meter a escuchar charlas de árbitros, me empezó a gustar y comencé a poner disciplina en el equipo".

En poco tiempo, Flores logró ser juez de línea en Segunda División profesional, era lo que había en La Laguna en ese tiempo, pero luego dio el saltó al máximo circuito de nuestro país.

"Es un deporte en el que se debe preparar física y mentalmente, se tiene que batallar con 25 ó 30 mentes diferentes, los que están dentro y fuera de la cancha, se tiene que preparar más que otro deportista. Afortunadamente yo había practicado varios deportes y sabía los sacrificios que tenía que hacer".

Como árbitro, hay que soportar insultos los 90 minutos, tanto en nivel llanero como en profesional; la presión de los que juegan más de los espectadores es mucha, pero 'Ramoncito', afirma que vivió y disfrutó todo lo que hizo, como un estilo de vida ponerse a soplar el silbato para hacer valer el reglamento del futbol.

"Es como en todos los deportes, vas a la lucha libre o el box, no falta un gritón que salga por allí, pero se da más en el futbol, se presta más, porque el árbitro todas las cosas se le juntan a él, hay muchísimas cosas que los cronistas no saben de la regla, sólo opinan por opinar".