La Secretaría de la Defensa Nacional carece de radares terrestres para monitorear vuelos ilícitos en el norte del país, y el equipo con el que cuenta sólo cubre 32 por ciento del territorio nacional.
La dependencia registró ante la Secretaría de Hacienda un nuevo proyecto de inversión por mil 827 millones de pesos, que pretende ejercer en 2016, para comprar cinco radares tridimensionales de largo alcance Ground Master-400, fabricados por el consorcio francés-estadounidense Thales-Raytheon Systems.
De lograrse la compra, la cobertura del espacio aéreo por medio de radares terrestres aumentaría al 72 por ciento del territorio.
"El radar actualmente cubre la porción sureste del país para atender las necesidades de vigilancia y control del espacio aéreo nacional, ocasionando que en la parte norte de la República Mexicana no existan medios de detección que coadyuven a dicha vigilancia, reflejando que existan gran cantidad de tráficos ilícitos que llevan a cabo sobrevuelos en esa porción del país", indica el Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, Carlos Antonio Rodríguez Munguía, en la justificación del proyecto.
"Para cubrir la porción norte de nuestro país y efectuar la vigilancia y detección de tráficos ilícitos o aeronaves no identificadas, se cuenta con apoyo de intercambio de información del gobierno de Estados Unidos, que en algunas partes de la frontera mantiene aerostatos (globos) equipados con medios de detección radar, que de forma limitada pueden ayudar al seguimiento de dichos tráficos".
Además del GM-400, la Sedena estudió otras dos opciones: el AN/TPS-68 de la estadounidense Northrop Grumman, y el Lanza 3D, que fabrica la firma española Indra, una proveedora habitual del gobierno mexicano, pero a fin de cuentas no fueron seleccionados.
El GM-400 ganó porque es más barato y ofrece mayor cobertura territorial, alcance de detección y capacidad de seguimiento.
