Malestar. La falta de visas ha jugado en contra de los padres de los 43 normalistas.
El intento de traer a varios de los padres de los estudiantes mexicanos desaparecidos en Ayotzinapa (México) a Estados Unidos para una gira se está frustrando por la carencia de visas para entrar al país, dijeron fuentes.
Grupos hispanos de Estados Unidos que apoyan la causa de los padres de los 42 desaparecidos han estado planeando traerlos desde diciembre a varias ciudades de Estados Unidos.
Por el momento, según una fuente en Chicago que no quiso revelar su identidad, aún no se tienen fechas para la visita, pero se piensa que el viaje se podría efectuar a mediados de febrero.
Se planea traer a ocho padres y los abogados de éstos ya están tramitando sus visas de ingreso a Estados Unidos, pero por el momento el trámite ha sido lento, explicó.
La falta de dinero no constituye ningún problema, pero lo que dificulta la entrada es la documentación requerida para poder tramitar las visas requeridas ante la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México.
Uno de los problemas que está causando la demora, según se explicó, es que algunos de los padres de los normalistas carecen de actas de nacimiento.
"Parece que están teniendo problemas, algunos necesitan sus papeles, pero algunos no tienen ni eso", reveló una fuente que pidió no ser identificada.
La gira, que los padres invitados realizarán por ciudades de Estados Unidos, una vez lograda, comenzaría por el lado oeste del país posiblemente en San Diego o Los Ángeles y luego pasaría al lado este del país pasando por ciudades como Houston, Nueva Orleans, Chicago y otras en el camino hasta llegar a Washington D.C.
En total se prevé, según otra fuente, visitar a unas diez ciudades.
El grupo Justicia Ayotzinapa Comité Chicago que apoya los familiares de los estudiantes normalistas que reclaman justicia por parte del gobierno mexicano también protestan por el tema de los subsidios, equipos y armas que el gobierno de Estados Unidos provee a México.
DENUNCIAN AGRESIONES
Los padres de 43 estudiantes desaparecidos en el sur de México hace más de tres meses denunciaron ayer haber sido agredidos por militares en sus protestas del lunes y exigieron la reanudación de la búsqueda de sus hijos con vida.
Los familiares y compañeros de los desaparecidos explicaron en un comunicado que el lunes centraron sus protestas en instalaciones militares para exigir que se investigue la responsabilidad del Ejército en la noche violenta del 26 de septiembre pasado en Iguala.
Al demandar la apertura del 27 batallón de infantería con sede en Iguala "para buscar a nuestros hijos y compañeros desaparecidos, fuimos agredidos por los elementos castrenses, que con gas lacrimógeno y piedras empezaron a golpearnos", señalaron.
En los hechos, precisaron, resultaron heridos los padres de familia Mario César González Contreras, Bernabé Abraham Gaspar, María Concepción Tlatempa y los estudiantes Omar García, Sergio Ochoa Campos y José Hernández Peña.
Los familiares y alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa, a la que pertenecían los jóvenes desaparecidos, consideraron "grave que se emplee al Ejército en disuasión de manifestaciones públicas, lo que es propio de regímenes autoritarios".
La forma "desproporcionada" en que el Ejército se apresta a "reprimir movimientos sociales" contrasta con "la actitud omisa y timorata que muestra ante la delincuencia organizada, a la que le permite libertad de acción y movimiento", señalaron.
Además, criticaron la suspensión de "la búsqueda en vida" de los estudiantes y "la falta de información nueva sobre el avance de las investigaciones".
"No descansaremos hasta encontrarlos con vida y alcanzar verdad y justicia para nuestros hijos", señalaron los padres, quienes pidieron a la sociedad a estar "pendientes frente a la represión" y "a mantener sus acciones de solidaridad para vencer la impunidad".
En la jornada de ayer, los manifestantes se apoderaron de varios camiones de empresas privadas para lanzar objetos contra las instalaciones militares y en su retorno a la Escuela Normal, ubicada en el municipio de Tixtla, quemaron dos autobuses.
