Fármacos que disminuyen el deseo
La lista de medicamentos que pueden alterar la respuesta sexual es larga y aumenta cada día. Con la finalidad de aliviar diversos padecimientos, los médicos prescriben estos fármacos sin dar importancia a las disfunciones sexuales que los tratamientos pueden ocasionar, sin embargo, cada paciente tiene derecho a ser informado al respecto.
Según la Organización Panamericana de la Salud, los problemas sexuales se definen como la dificultad durante cualquier etapa del acto sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución) que evita que el individuo o la pareja disfrute de la actividad sexual.
Los trastornos de disfunción sexual se clasifican, por lo general, en cuatro categorías: trastornos del deseo sexual, trastornos de la excitación sexual, trastorno del orgasmo y trastornos de dolor sexual, cita este mismo organismo, y en muchos casos estas disfunciones sexuales son provocadas por el uso de medicamentos.
CONTRA LA LIBIDO
Desastroso, en verdad, resultó para Mariano utilizar cimetidina para combatir la gastritis. Su médico no le advirtió que este medicamento podía afectar su libido y, sin darse cuenta, las ganas de mantener relaciones con su pareja fueron disminuyendo. Ahora está en problemas con ella por esta razón.
Andrea, por su parte, resintió una baja en su apetito sexual debido al uso de la carbamacepina, medicamento que usa para prevenir las convulsiones. Su marido se siente descuidado sexualmente por ella.
Muchos fármacos tienen un mayor o menor impacto sobre la respuesta sexual como un efecto indeseable. Buscan aliviar, mejorar o erradicar una condición adversa en el paciente, pero provocan otra.
Es importante conocer esto para entender la relación incómoda entre el uso terapéutico de un medicamento y los riesgos de salud que puede generar, en este caso, sobre la respuesta sexual.
MEDICAMENTOS AL BANQUILLO
Antidepresivos. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina como Fluoxetina, sertralina y paroxetina, entre otros, así como los antidepresivos tricíclicos actúan disminuyendo el deseo sexual, eyaculación y orgasmo.
La ansiedad y la depresión son motivos frecuentes de consulta médica y constantemente estos pacientes padecen de disminución de la libido e incapacidad orgásmica; paradójicamente, muchos antidepresivos les provocaran estas dificultades.
Píldoras anticonceptivas. El uso de antivulatorios orales puede llegar a alterar los niveles de testosterona en la mujer, alterando su iniciativa sexual y capacidad de excitación.
Medicamentos para combatir el agrandamiento de la próstata. Sin lugar a dudas, una de las razones más comunes para consultar al urólogo es el crecimiento de la próstata, mal que aqueja a muchos varones y que puede convertirse en cáncer prostático. El tratamiento a base de medicamentos que alteran la producción natural de testosterona como el Proscar, causan pérdida del apetito sexual y una eyaculación retardada o disminuida.
Medicamentos para estimular el crecimiento del pelo. La calvicie es un problema que aqueja más a los varones y cuyo tratamiento a base de Propecia se ha demostrado produce pérdida del interés sexual y en ocasiones impotencia sexual.
Antihistamínicos. El más inocente de los antigripales puede llegar a causar pérdida del interés en el sexo, disfunción eréctil y apatía sexual. Esto explica por qué muchos varones tienen una severa dificultad para obtener o mantener una erección cuando están usando antigripales o antialérgicos.
Anticonvulsivos. Quien padece de crisis convulsivas sabe de la discapacidad que producen. Para combatirlas se desarrollaron medicamentos altamente eficaces denominados anticonvulsivos, siendo la carbamacepina uno de los más usados y también reconocido el efecto de disminuir las sensaciones eróticas y por ende la respuesta sexual de excitación y orgasmo.
Antihipertensivos. La hipertensión arterial es un mal que aqueja abundantemente a la humanidad. Los medicamentos empleados para combatirla se asocian a la disminución de la libido, incluso las gotas utilizadas para combatir la hipertensión del ojo pueden llegar a causar disfunciones sexuales.
Antiarrítmicos cardíacos. El atenolol y el propranolol llegan a causar disfunciones sexuales variadas, destacando la pérdida del interés sexual en la pareja.
TOMANDO LAS RIENDAS DEL DESEO Y PLACER SEXUAL.
En la era actual, donde internet facilita el acceso a la información, resulta más fácil conocer el impacto que tiene algún fármaco sobre la respuesta sexual. Hoy en día la lista de medicamentos acusados de menoscabar los ímpetus sexuales, es más extensa.
En primer lugar, el paciente debe ser informando con cuidado sobre el o los medicamentos que va a consumir, la interacción con alimentos y otros fármacos y el impacto bioquímico que pueda llegar a causar en su organismo, incluyendo la alteración de su ritmo de vida sexual.
Hombres y mujeres día con día reciben prescripciones medicas que llegan a causar falta de interés íntimo llegando a provocar separaciones y divorcios.
El compromiso es en dos vías; médico tratante y paciente. Si la información fluye en dos caminos, indicando al paciente sobre el impacto probable de un fármaco en su salud física, anímica, mental y sexual de un fármaco y en consecuencia, retroalimentando al médico con información sobre efectos adversos o incluso incrementos excesivos de la respuesta sexual, como el priapismo (erección sostenida y dolorosa por varias horas), entonces la comunicación allanara cualquier suposición o malentendido.
Ya se acabó el tiempo en que el paciente se sometía a la autoridad médica sin cuestionar o aclarar dudas o conceptos. Vivimos en la época de la información y la comunicación clara. La vida íntima de una pareja puede verse quebrantada por la prescripción de un medicamento y cada paciente tiene derecho a conocer este impacto.
La recomendación es básica: nunca quedarse con dudas y preguntar lo que no se entienda. El médico deberá hablar con el paciente y dejar en claro los objetivos terapéuticos de su prescripción y cuál es el resultado que espera al usarlos.
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