Elementos de la Policía Federal interceptaron uno de los autobuses que habían tomado 14 normalistas de Ayotzinapa en la terminal de camiones de Iguala la noche de 26 de septiembre de 2014.
Los federales encañonaron a los estudiantes y los obligaron a bajar del autobús Estrella Roja 3278 en la cercanías de Palacio de Justicia, aunque no los detuvieron, de acuerdo con testimonios de los estudiantes y del chofer de la unidad recabados por los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Los jóvenes que iban en ese autobús lograron escapar y ninguno de ellos está desaparecido.
Según las investigaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), el chofer de la unidad afirmó en un primera declaración manuscrita del 26 de septiembre de 2014 que los agentes federales que se trasladaban en dos patrullas ordenaron que se dirigiera a la caseta de Iguala hasta donde lo escoltaron.
Ahí, le dijeron que se comunicara con "su patrón" en la empresa, desde donde le dieron instrucción de que se dirigiera a Jojutla.
Los agentes federales no hicieron referencia al hecho en las declaraciones que rindieron ante PGR.