Unidos. Miles de integrantes de la comunidad homosexual de Estados Unidos se unieron para festejar su día. (EFE)
Festivo y masivo como cada año, el desfile del Orgullo Gay de Nueva York fue en esta ocasión una celebración histórica dos días después de la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que legaliza en todo el país el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Cientos de miles de personas desafiaron el mal tiempo y llenaron ayer la Quinta avenida para festejar la sentencia, que pone fin a décadas de batalla por una de las grandes reivindicaciones de la comunidad gay.
"Este es un día de orgullo para Estados Unidos, porque pone de manifiesto uno de los principios que hace a Estados Unidos tan especial y dice: 'hoy tratamos a la gente igual de forma igual'", dijo el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, antes de arrancar el desfile.
Cuomo, que recibió recientemente poderes para oficiar matrimonios, celebró ayer su primera boda y casó a dos hombres, David Contreras Turley y Peter Thiede, delante del histórico Stonewall Inn.
El bar, donde los disturbios vividos en 1969 dieron el pistoletazo de salida al movimiento por los derechos homosexuales en EU, fue un año más el punto final del desfile que recorrió buena parte del centro de Manhattan.
El establecimiento fue reconocido este mes como un lugar de interés histórico por la ciudad de Nueva York, convirtiéndose en el primer punto que recibe esa distinción vinculado a la lucha por la igualdad de la comunidad LGTB.
Banderas arcoíris, música y muchas sonrisas dominaron la marcha, que tuvo como grandes protagonistas a los veteranos actores británicos Ian McKellen (el Gandalf de "El Señor de los Anillos" y uno de los intérpretes más prestigiosos de su generación) y a Derek Jacobi, que oficiaron como dos de los grandes mariscales del desfile.
Los dos, abiertamente homosexuales, protagonizan actualmente a sus 76 años la serie "Vicious", en la que dan vida a una pareja gay que lleva junta 50 años y ayer se dieron todo un baño de masas en la Gran Manzana.
Aunque las bodas entre parejas del mismo sexo son legales en Nueva York desde 2011, la ciudad -en la que viven miles de personas procedentes de otros estados- no ha dejado de celebrar la extensión de ese derecho a todo el país desde que el viernes se conoció el fallo del Supremo.
"Este es un momento verdaderamente histórico para la comunidad LGBT en el país, es algo que hemos estado esperando por mucho tiempo", dijo el portavoz de los organizadores del Orgullo Gay de Nueva York, James Fallarino.