La fiscal general de EU, Loretta Lynch, se reunió ayer en Baltimore (Maryland) con la familia del joven negro Freddie Gray, muerto bajo custodia policial, así como con agentes de Policía y líderes religiosos de la ciudad, sacudida la semana pasada por disturbios y fuertes tensiones raciales.
"Estamos aquí para sostener sus manos y darles apoyo", destacó Lynch, la primera mujer afroamericana en su cargo, que hoy se desplazó a esa ciudad portuaria donde los disturbios, saqueos e incendios surgidos a raíz de la muerte de Gray obligaron a decretar el toque de queda durante cinco noches la semana pasada.
Durante su visita, Lynch se reunió a puerta cerrada con la familia de Freddy Gray, de 25 años, quien falleció el pasado 19 de abril tras haber pasado una semana en coma por una grave lesión de columna sufrida durante su arresto.
Las protestas pacíficas por la muerte de Gray desembocaron justo hace una semana, tras el entierro del joven, en graves disturbios por toda la ciudad, la declaración del estado de emergencia, la imposición del toque de queda y centenares de detenciones.
Por la muerte del joven, cuyo arresto fue grabado en video, han sido imputados en diferente grado seis agentes de Policía (tres de los cuales son negros y los otros tres blancos), hechos por los que la familia del joven ya expresó su satisfacción el viernes pasado.
"Esta es una situación conflictiva", reconoció Lynch, durante una reunión con líderes comunitarios y religiosos.