Flo Menezes
Entre sonoridades aparecen personajes que aportan su propio método para desarrollar obras musicales. Flo Menezes es un rostro de la música electroacústica latinoamericana con una clara influencia europea. Este compositor brasileño trata de entender la complejidad de la música no como un enemigo, sino como una virtud.
“Morir es simple, lo complicado es la vida y sus oficios”.
Flo Menezes
Nacido en la ciudad de Sao Paulo en 1962, Flo Menezes se autodefine como un típico “paulista” proveniente de la metrópoli, donde convergen diversas influencias y tendencias del arte contemporáneo. Es en esta urbe, en la cual se sitúa el principal centro financiero de Brasil, donde Menezes ha trabajado su faceta como compositor musical e investigador académico.
Inspirado en su padre, quien actualmente tiene 84 años y es poeta perteneciente a una corriente concreta surgida en Sao Pulo en 1953, Menezes vivió en su hogar un ambiente literario y artístico que a la postre despertaría su interés en la música durante la pubertad. Fue a la edad de 13 años cuando tomó la decisión de convertirse en compositor, al entrar en contacto auditivo con las obras de figuras como Karlheinz Stockhausen, Luciano Berio y Henri Poursseur.
De formación pianista, Flo toca todos los días piezas de Frédéric Chopin, Johann Sebastian Bach o Johannes Brahms, y no divisa una distancia de tipo sustancial entre estos grandes compositores, maestros en su época, y lo que él realiza con fines de experimentación; para él, componer supone “el placer del sufrimiento”.
Al señalar las características de la música electroacústica, Menezes considera que el problema de compresión por parte del público que no está muy familiarizado con ella, emerge precisamente de la dificultad para recibirla debido al proceso de concentración que este tipo de música exige al escucha y que -cuando se trata de una pieza bien hecha- se desarrolla de modo contrario a la música que circula en el mercado.
Por otra parte, encuentra ventajas en este género, como el trabajar aspectos espectrales, es decir, la creación de sonidos inauditos que no se han escuchado nunca antes. Y es que para él, el compositor electroacústico tiene la ventaja de poder jugar con la invención infinita, factor que se multiplica. El mismo Menezes trata de desarrollar aspectos musicales que no se escuchan en otras obras.
ALUMNO DE STOCKHAUSEN
La figura del compositor alemán Karlheinz Stockhausen fue clave en el desarrollo de su carrera. Menezes lo conoció en los ochenta de manera superficial, pero pudo establecer vínculo personalmente con él en los noventa, cuando tuvo la oportunidad de ser alumno del nacido en Mödrath durante un curso en Alemania.
En una entrevista para un portal de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, otorgada en 2014, mientras impartía charlas para alumnos y profesores del Departamento de Música y Sonología en el país andino, Menzes refirió la decisiva influencia de su relación con el maestro alemán, al señalar que “tiempo después (Stockhausen) conoció mis trabajos sobre sus obras y me ofreció que fuera docente de análisis de sus cursos, eso fue algo muy valioso. Siempre me daba presentes, tenía partituras con dedicatoria, discos, le gustaba mucho mi personalidad”.
A Flo le quedan claro las dos corrientes o escuelas que dieron vida a este género: la música concreta de París y la música electrónica de Colonia, de modo que estudiar en Alemania le dio al compositor paulista cimientos importantes, pues pudo visitar colonia Colonia para entender la música electroacústica.
La influencia de Stockhausen es tal, que justo después de su muerte, en 2007, Menezes empezó a trabajar una obra en su memoria. El resultado fue Motus in Fine Velocior-In Memoriam Stockhausen, una pieza acusmática diseñada para ocho canales donde laboró formas de abstracción para después recomponer los sonidos.
MÚSICA 'MAXIMALISTA'
Menezes detesta el minimalismo, en parte por su sencillez, indica que es lo peor que le pudo haber sucedido al arte. Por esta razón, a los 21 años de edad, comenzó a desarrollar el concepto de música 'maximalista', que es una especie de contestación y desafío a la citada corriente artística.
En una entrevista realizada por Itzá García para el programa radiofónico “Universo Estético” de Radio y Televisión de Nuevo León, el autor de Pulsares compartió: “Yo hice un concierto (en Sao Paulo) con un estreno de una obra, definí esta obra como 'maximalista', en 1983, yo tenía 21 años, era una época donde se escuchaba mucho sobre la música minimalista, que es una de las peores músicas que existen en la música contemporánea”.
El término de música 'maximalista' va orientado a definir una música compleja, compuesta por diversas capas, que incite a escuchar de nuevo la pieza porque no se puede comprender en una sola escucha debido precismanete a su complejidad. Por eso Menezes le pone a su trabajo esta etiqueta, aunque aclara que no es el primero con estas características, sino que considera la música de Ludwing van Beethoven, Luciano Berio y otros compositores dentro de este concepto.
“Yo parto del principio de que como músico radical no voy a ser rico jamás, infelizmente. Digo ‘infelizmente’ como juego (…) tengo amor por los sonidos, por las estructuras sonoras, esta es mi vida, mi existencia”, manifestó el compositor en el programa regiomontano, esbozando así su vocación musical y transformadora.
“Naturalmente, entre más ganemos mejor, porque vivimos mejor en un sistema capitalista como este, donde se murió la utopía, pensamos infelizmente en objetos revolucionarios radicales. Entonces, vivimos en un estado muy crítico, muy letárgico donde las personas, principalmente los jóvenes, no tienen una voluntad de transformación que mi generación tuvo”, comentó.
Es justamente por este principio, que Flo Menezes pone disponible su música gratuitamente, sin concesión a los mercados a través de su sitio web flomenezes.mus.br, donde también están disponibles sus partituras y sus artículos en formato PDF.
VISUALIZANDO EL PANAROMA
En julio de 1994, Menezes fundó en Sao Paulo el Studio PANaroma. Cuando regresó de Europa, en 1992, se dio cuenta de que en Brasil existía una ausencia de instituciones que se dedicaran exclusivamente al estudio de la música electroacústica. El compositor afirma que necesitó cambiar toda la escena brasileña fundando este estudio, cuyo nombre se inspiró en una palabra inventada por el escritor irlandés James Joyce en su controvertida novela Finnegans Wake.
“Fue un libro muy importante en la fundamentación teórica de la poesía concreta en Sao Paulo. Por eso tenía un significado muy interesante, porque por un lado apunta para la influencia de la literatura de vanguardia en todo mi trabajo; y por otro, apunta también para un sonido que recuerda a indígenas brasileños, ‘panaroma’, como si fuera una palabra indígena, mas no lo es”, le explicó a Itzá García
Además, recalca que 'PAN' proviene del mito griego de Pan, semidiós de los pastores y rebaños, y “aroma”, porque se encuentran abiertos a todos los sonidos.
El Studio PANaroma, transformó la escena brasileña poco a poco con el trabajo de la Bienal Internacional de Música Electroacústica, con la edición de discos compactos de música maximalista y con la publicación de los primeros libros de música electroacústica en portugués, escritos precisamente por Menezes.
Este refugio sonoro brasileño cuenta con un arsenal tecnológico que incluye 50 altavoces de alta calidad distribuidos en una sala. El edificio constituye 300 metros cuadrados y cuenta con siete estudios de composición, donde se realiza una práctica intensa de la electroacústica.
COMPARTE SUS CONOCIMIENTOS EN MORELIA
El pasado mes de julio, el compositor ecuatoriano Juan Campoverde invitó a Flo Menezes a impartir una charla a los alumnos de su módulo, La Música Contemporánea: Conceptos, Técnicas y Tecnologías, incluido en el programa del diplomado en Creación Sonora con Nuevas Tecnologías del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS), en la ciudad de Morelia, Michoacán.
Durante la amena clase, Menezes explicó que “los elementos de la composición son independientes a los medios”, es decir, independientes a las tecnologías. También abordó conceptos enfocados a la composición electroacústica como: los materiales, que constituyen la elección de los sonidos para una pieza, y cuyo peso es mucho mayor por la creación de los sonidos que a la estructura; la conexión de los materiales, que no es otra que la relación entre las ideas musicales en una pieza; y la direccionalidad como “una estrategia formal de las ideas de la composición”, es decir, hacía qué lugar se dirigen las ideas en una pieza de manera coherente.
Entre otros aportes, el compositor paulista describió el problema que experimenta la música electroacústica al ser exportada en un formato como el MP3, ya que esto significa una reducción que afecta la parte fundamental de esta música: el espacio. Tan solo basta imaginar la riqueza espacial que puede perder una pieza diseñada y compuesta para ser tocada en ocho canales al ser reducida a solo dos canales en estéreo.
Menezes, quien se encontraba haciendo una residencia en el CMMAS gracias a una beca del programa Ibermúsicas, el 24 de julio pasado ofreció un concierto gratuito en el auditorio de dicha institución como parte de Iberoamérica Actual. La pieza que presentó constituyó una obra interactiva para arpa y electrónica en tiempo real. Contenía sonidos que el músico paulista grabó en sitios arqueológicos de México y en el Museo Casa León Trotsky, ubicada en la delegación Coyoacán de la Ciudad de México.
Twitter: @BeatsoulRdz