Dios y la ciencia
3500 años antes de la reciente teoría del “Big Bang” (Gran Explosión) sobre el origen supuestamente accidental del universo, los historiadores de la antigüedad ya registraban el fenómeno en la orden dada por Dios: “Hágase la Luz” (Génesis 1:3).
Si un simple fuego pirotécnico produce luz, el sentido común nos dice que la Gran Explosión bien pudo ser el suceso donde literalmente nació la luz. No es mi intención hacer burla de la ciencia moderna, pero sí me sorprende la forma tan fanática en que ésta intenta forzadamente alejarse de las Sagradas Escrituras. Se nota mucho en aquella ciencia financiada por la agenda del poder político-económico establecido.
¿Alguna vez han visto una explosión que construya en vez de destruir? Las más sonadas últimamente son las terroristas y las lanzadas por drones de La Casa Blanca (la de Estados Unidos) y no han sido precisamente para producir vida. ¿Y qué tal aquellas en que se truenan cerros para construir carreteras? Pero primero destruyen la montaña con todo y lagartijas y plantas, luego seres inteligentes escombran y emparejan para construir la carretera, es decir, no se construye por accidente ni por evolución.
Toda explosión (desde la que ocurre en los cilindros de tu carro hasta la de un reactor nuclear) genera caos a menos que un diseño inteligente intervenga. ¿Tiene entonces nuestro sol un diseño inteligente? Estamos vivos ¿no?, además es un diseño hecho con amor. ¿Qué dice Génesis 1:2 sobre el orden de la materia? “La tierra (materia) estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”
Ante ese desorden, vacío y tinieblas, Dios crea la luz (Big Bang). ¿Qué dice Albert Einstein sobre la luz? E=mc2, energía=masa por la velocidad de la luz elevada al cuadrado. Es decir, el orden conocido hasta ahora de la materia y la energía lleva inscrita la velocidad de la luz (300,000 km/segundo). La probabilidad de que una explosión por sí sola genere orden, o más aún, vida, es más remota que la probabilidad de tener calles decentes en Torreón (y eso que los políticos son inteligentes).
Por eso y más, me resulta fanática la actitud de la “$$ciencia millonaria”. Siguiendo con lo “políticamente incorrecto”, cuando se creía que el planeta Tierra yacía sobre un gran animal o un gigante (1500 AC), la Biblia habla de la Tierra flotando en el espacio: “Él cuelga la Tierra sobre nada…” (Job 26:7). Recientemente se descubrió que todo lo que podemos ver se compone de cosas que no vemos: átomos; mas en Hebreos 11:3 (año 60) las Escrituras dicen: “de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”
La Biblia también revela que la Tierra es redonda: “Él está sentado sobre el círculo de la tierra” (Isaías 40:22). La palabra círculo es traducida del hebreo “chuwg” que significa “circuito” o “compás”, indicando algo esférico o arqueado, no plano. Este libro data de 740-680 AC, 300 años antes de que Aristóteles sugiriera que la Tierra pudiera ser esférica.
2000 años después, cuando la ciencia creía que la Tierra era plana, la Biblia inspiró a Cristóbal Colón a navegar alrededor del mundo. El mismo Jesucristo dice (Lucas 17:34-36) que en su segunda venida sorprenderá a unos durmiendo durante la noche y a otros trabajando durante el día, lo que indica claramente un planeta esférico con la noche y el día ocurriendo simultáneamente. Por esto y muchas cosas más, te deseo feliz Navidad, te invito a orar por nuestros hermanos que están siendo perseguidos y asesinados por creer en Cristo (especialmente en Medio Oriente, África y en países comunistas), y para que en México se recupere el valor sagrado de la vida humana.
Antonio Gerardo Arias Galán,
Torreón, Coahuila.
