El aborto es un genocidio
Genocidio es matar semejantes multitudinariamente.
Hay argumentos en pro y en contra de este polémico tema.
Dentro de mi corazón intento entrevistar a la verdadera y auténtica víctima de este asunto; un pequeño tal vez del tamaño de un grano de alpiste.
Le aviento la primera pregunta:
¿Quién eres?
Responde: Un ser humano.
¿Por qué te condenaron a morir?
R; No lo sé, se supone que al menos tengo derecho a un juicio y un abogado defensor.
¿Qué le dirías a tu mamá?
R; Déjame vivir, si no me quieres o no puedes quererme hay muchos hogares que les gustaría tener mi compañía.
¿Qué le dirías al pseudomédico que te va ejecutar? (Por cierto este sujeto era el verdugo en la edad media usaba una hacha y se cubría el rostro con una capucha)
R; Dame la oportunidad de cumplir veinte años, verte a los ojos y enfrentar tu bisturí.
¿A los legisladores que te mandaron al cadalso?
R; Señores legisladores son ustedes personas muy inteligentes y si analizan con sabiduría verdadera, podrán encontrar otras alternativas de salida a este problema social. Porque por ese camino de la sociedad, hoy soy yo el no nacido la víctima, luego seguirán tal vez los ancianos, luego los enfermos y los discapacitados y después tal vez los pobres, es decir, el ser humano siempre encontrará que hay personas que estorban y conviene exterminarlas.
¿A los señores de los derechos humanos?
R; Señores funcionarios, de tan dignísima causa social, la de defender a los seres humanos especialmente a los mas débiles y desprotegidos, les recuerdo que no hay en este mundo ser humano mas débil, más pequeño y más desprotegido que yo, no tengo ni siquiera voz, menos voto.
¿A toda la sociedad que esta temerosa de involucrarse en esta decisión?
R; El genocidio, es decir, el asesinato de personas por personas a nombre del estado o de la ley, nunca será la solución a los problemas sociales. Porque por ese camino de civilización la humanidad se esta exterminando así misma. Lo vimos con el tal Adolfo Hitler, con Saddam Hussein, con Herodes el Grande, con Atila y con muchos sujetos que pretendieron solucionar los problemas matando personas.
Como epílogo, ¿Qué nos dirías a todos?
R; La vida del ser humano no es argumento negociable bajo ninguna circunstancia.
Gracias por tu tiempo
R; No hay de qué, de todas maneras no me queda mucho. Ojalá que alguien de los afortunados que viven allí afuera me salve de la muerte.
Arturo Pedro Salas Juárez,
Ciudadano de Torreón.
