Con las patas
Como siempre parece ser que el gobierno hace todo al revés, o como pudiéramos decir, con las patas.
Y en nuestro estado, Coahuila, parece que es peor por ser un gobierno autoritario, que no escucha opiniones y mucho menos la crítica, tanto así que hasta a los periodistas los ha acusado de una supuesta “campaña negra” en su contra.
No les ha bastado la megadeuda, ni siquiera han hecho por investigar qué pasó con todo ese dinero, que por si no lo saben para empezar no era de ellos, era de nosotros, el pueblo. Y hasta la han tomado como excusa para no pagar a sus proveedores, inclusive tuvieron que pedir un nuevo préstamo para supuestamente pagarles, lo cual no han hecho y están presionando que para que se les pague, hagan un descuento del 20 por ciento.
Todo esto es sólo porque es “nuestro gobierno”, porque a cualquier persona mortal, si uno debe no sólo paga el total de lo que se debe, sino que se suman intereses por moroso, pregúntenle a cualquier persona con un crédito en un banco o de tienda departamental, en lugar de un descuento se le debería multar al estado y cobrar no sólo intereses sobre la deuda sino también por ese capital que los empresarios pudieron haber utilizado para reinvertirlo. Hasta también demandar los gastos generados por cobranza y pérdida de tiempo.
Nuestro gobierno nos exige pagos de servicios que muchas veces no son buenos o siquiera existen, como agua, drenaje y alumbrado público, pero nosotros el pueblo si no pagamos recibimos multas y el corte de esos malos servicios, nos exigen un pago de tenencia; y yo me pregunto “¿Y las calles apá?” No tenemos calles en buenas condiciones, hemos regresado a vivir en un rancho polvoriento y con calles de terracería o incluso de tierra, exponemos nuestra seguridad y nos provocan gastos en nuestros vehículos por las malas condiciones de las calles y creo ya se dieron cuenta, porque ahora ya no se trasladan en autos, sino en helicópteros; ¿ha de ser muy molesto transitar brincando por todos lados verdad?
Y esto no termina sólo con deudas no pagadas y robos. No, nuestros gobernantes, “la clase política”, “los ciudadanos de primera”, se han encargado de vivir entre privilegios y sin carencias, con poder e impunidad, sin preocupaciones por dinero o su seguridad, ¿pero y la gente común, el pueblo? Con miedo de salir a la calle, somos asaltados, por malandros e incluso nuestros empleados, los policías que deberían encargarse de nuestra seguridad, nos piden “moches”, nos extorsionan, tenemos miedo a denunciar, no creemos en ellos.
Y no sólo no creemos, no los queremos, hemos llegado al hartazgo, tanta corrupción, tanta impunidad para esos señores que dicen servirnos, que sólo se acuerdan de la persona común cuando su estilo de vida se ve en riesgo por un simple voto, por ese día llamado elecciones, por esa democracia que no existe porque se han encargado de desaparecerla con lonches y despensas, con tinacos y botes de pintura.
¡Despertemos pueblo! ¡Exijamos cuentas, no nos quedemos callados, señalemos lo que no está bien, lo que vemos día a día, que para ellos que viven en su burbuja no pasa, porque no les interesa y porque no lo quieren ver, exijamos que nos paguen los que nos deben, empezando con el respeto, porque aunque no quieran verlo somos sus patrones, de nuestro dinero se paga su sueldo, de todos y cada uno de los “servidores” públicos!
Exijamos los servicios básicos a los cuales tenemos derecho, agua, luz y drenaje en buenas condiciones, exijamos calles seguras y en buen estado y que si no lo están, nos paguen por los daños provocados a nuestros vehículos o personas. Tenemos que salir adelante, no dejar de movernos y hacer por el bien de todos.
J. Hernán Zárate G.,
Matamoros, Coahuila.
