Sistema anticorrupción (¿de veras?)
Se aprobó en la Cámara de Senadores el Sistema Nacional Anticorrupción “el cual busca prevenir, investigar y sancionar los hechos de corrupción que se den en los tres niveles de gobierno”.
Aún falta que lo aprueben por lo menos 16 congresos estatales para que quede aprobada legalmente, trámite que seguramente no tendrá ningún problema.
Pero la pregunta es ¿de veras se irá a combatir uno de los lastres más pesados que ha venido soportando el país? Yo lo dudo y puedo asegurar sin temor a equivocarme que ya los corruptos están buscando los huecos dejados por los redactores de esta ley, estratégicamente distribuidos para desde ahí transgredirla y salir impunes. Así lo registra la historia con todas las leyes del país. Estupendas leyes pero sólo en el papel. Se cuenta que un político, seguramente priista, afirmó: “Las leyes se hicieron para violarlas” y esa sentencia la han venido cumpliendo a cabalidad.
En opinión de algunos senadores de oposición, “esta ley no garantiza la caída de peces gordos”. “La política seguirá siendo un espacio de impunidad gracias al fuero”. “No hay que generar falsas expectativas. Lo malo de todo esto es que por más candados que se pongan la corrupción seguirá existiendo”. ¡Ah! ¡¡Y al Presidente de la República no se le puede tocar!!
Cómo me gustaría equivocarme, pero me temo que es otra simulación más del sistema corrupto que nos gobierna.
Héctor Astorga
Ciudadano de Torreón.
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Causas de los problemas matrimoniales
El pasado día 15 de abril, el Papa Francisco hizo referencia a la diferencia entre hombre y mujer, según el, ésta no lo es por contraposición, o subordinación, como propone la llamada (ideología) teoría de género, sino para la comunión y la generación, “siempre a imagen y semejanza de Dios”.
En su exposición el Papa indicó “dos puntos en los que debemos empeñarnos con mayor urgencia”. Sobre todo, el papel femenino: “No hay duda de que debemos hacer mucho más a favor de la mujer, si queremos volver a dar fuerza a la reciprocidad entre el hombre y la mujer. Es necesario, de hecho, que la mujer no sólo sea más escuchada, sino también que su voz tenga un peso real, una autoridad reconocida, en la sociedad.
La manera misma con la que Jesús consideraba a la mujer (pero digamos que el Evangelio es así), en un contexto menos favorable que el nuestro.
El segundo punto evocado por el Papa fue la “crisis de confianza colectiva en Dios, que hace tanto daño, nos enferma de resignación a la incredulidad y al cinismo” y está relacionada “con la crisis de la alianza entre el hombre y la mujer”. La comunión con Dios se refleja en la comunión de la pareja humana y la pérdida de la confianza en el Padre celeste genera división y conflicto entre hombre y mujer.
Pedro Piqueras
Girona, España.