Multas en Torreón
Las reformas al Bando de Policía y Buen Gobierno que el Cabildo de Torreón acaba de aprobar el pasado mes de mayo, elevando las multas hasta 250 días de salario mínimo, casi un año de salarios a pagar por el sancionado, no deja de causarme alarma, porque refleja entre ignorancia daño y engaño de nuestros munícipes a la población, munícipes que a lo mejor optaban entre la pena de muerte, cárcel de por vida o tortura y la dejaron simplemente en un año sin salario mínimo para el infractor igual a un año sin alimentos, la carencia de agua la tienen ya infractores y bien portados, por deficiencia de Simas y los munícipes no sancionan tal perjuicio, ése sí se vale.
Las conductas aludidas en la reforma deben ser procesadas en el marco de los derechos humanos y determinada la culpabilidad, recibir una sanción, que si fuera la pena de muerte, se apreciaría su desproporción aunque la ley lo permitiera; sin embargo, los miembros del Cabildo de Torreón ignoran los elementos básicos de la Penología y la Criminología –ciencias auxiliares del Derecho Penal- y que casi en enunciados los alude don Raúl Carrancá y Trujillo –mi inolvidable Maestro en la UNAM- en su obra sobresaliente de Derecho Penal.
Parece que los munícipes también desconocen un pequeño libro clásico llamado Utopía, escrito en 1516 por el inglés Thomas Moore, en español Tomás Moro y para la Iglesia Católica Sancte Thomas. Lo inicia narrando su viaje a Brujas –Bélgica- en su calidad de Embajador de Enrique VIII para tratar algunas diferencias con el Príncipe Carlos de Castilla y en un paréntesis de las pláticas se traslada a Amberes donde al salir de misa, entabla diálogo con su conocido Pedro Egidio y un viejo acompañante de Américo Vespucio que le presentaron, llamado, Rafael Hitlodeo. El tema era la sanción que merecían los ladrones en diversos países, cuestión por demás jugosa para ilustrar la cuestión que nos ocupa.
Sobre el libro referido y su autor se expresó con encomio y reverencia nada menos que don Francisco de Quevedo quien llega a decir: “El libro es corto; mas para atenderle como merece, ninguna vida será larga, escribió poco y dijo mucho; si los que gobiernan le obedecen y los que obedecen se gobiernan por él, ni a aquéllos será carga, ni a éstos cuidado.”
En fin, ciencia penal o clásicos de literatura son agua del cielo que no moja las decisiones que nos gobiernan, aunque hace menos de dos meses, la tarde que granizó, el presidente Miguel Riquelme me dijera en sus oficinas que yo pretendía que fuera dando garrotazos con la varita de la ley que yo le suponía, a lo que le contesté que jamás le había pedido tal ni se lo pediría jamás, aunque sí, que fundara y motivara sus decisiones y fueran para bien.
Bueno, la aludida reforma al Bando de Policía y Buen Gobierno ya puso en sus manos un mazo descomunal que como dijo el otro, él se lo inventó solito y se lo aplaudió el Cabildo.
Ramón María Nava,
Torreón, Coahuila.
