Omnipresentes
Vemos, con mucha frecuencia hoy en nuestro país cómo se han dado movilizaciones sociales para buscar atraer un poco la atención de autoridades que tengan alguna responsabilidad en el ámbito político y a la vez solución a las grandes problemáticas de los ciudadanos.
Los de Ayotzinapa buscan a sus 43 desaparecidos; los maestros de la Coordinadora quieren echar para abajo la reforma de las condiciones laborales de los maestros.
Organizaciones y un partido en Coahuila buscan se finquen responsabilidades a quienes endeudaron criminalmente al Estado; padres y madres buscan a sus desaparecidos ya por cuenta propia; colonos de diversos fraccionamientos piden se les garantice el suministro de agua potable; la población pide mejores servicios y más baratos, los automovilistas que se eliminen las tenencias, que no les roben sus autos y si se los roban que se los encuentren, los candidatos independientes piden juego limpio del INE, etc. por citar solo algunas adversidades que ocurren en el país, región o municipios, pero casi no cambia nada, todo se ha vuelto muy lento, muy burocrático, casi inalcanzable.
Con esa mentalidad estaba cuando de pronto, como por arte de magia, en unas cuantas horas, un solo individuo captó toda la atención incluso a nivel nacional y es lagunero y le va al Santos. Un solo hombre detonó que de la noche a la mañana regidores de Torreón, autoridades deportivas, la federación de fut-bol y dueños del equipo se unieran para en un tris pensar, diseñar, escribir, cabildear y votar, por mayoría, una ley. Enseguida los diputados de Coahuila les hicieron segunda y, ellos, los que no han podido en tres años ponerse de acuerdo para citar a los responsables del endeudamiento, en dos días se unieron a la propuesta de los representantes torreonenses avalando en todo la aplicación de esa ley.
¡Oh Dios bendito! y yo que pensaba que nuestros políticos no nos hacían caso; equivocado hoy me declaro aunque completamente seguro de que su actuar se hizo, no por la afrenta de aquél de parar el partido sino que su acción dañó intereses económicos muy fuertes en la Laguna y manchó, que más da una mancha más, la inmaculada presencia de la autoridad. Ni Rius, en su más esplendorosa alegoría, lo hubiera imaginado.
Pero no es el único, Marcelo Ebrard ahora mueve a todo el avispero político, desde el panal más alto, entre los pinos, hasta el servil más caro del sistema. Otro hombre que solo con su deseo de ser diputado está no solo creando insomnios en la cúpulas perredistas sino hasta amneas crónicas.
Marcelo necesita estar, como lo han hecho muchos políticos corruptos, es moda entre ellos, seguir dentro de una chamba que les otorgue el fuero constitucional por aquello de las malditas dudas que algo haya tenido qué ver con las fallas de la línea 12 del metro.
Pero cómo, en este caso también, un solo hombre ha desencadenado tanta polémica y actividad política. La meta es tumbarlo, es más importante para nuestros representantes eso que el desempleo y el hambre en que viven millones de mexicanos, Marcelo es más importante que de devaluación del peso, que el alza de los productos de la canasta básica, eso vale...nada. El hombre es ahora el objetivo.
Estos dos, se han hecho “omnipresentes” pues ya están, por la fama ganada a través de los medios, en el cielo, la tierra y en todo lugar.
He ahí una muestra de lo que en masa no se puede lograr. Que se está agotando el acuífero en la Laguna, que hay muchas personas afectadas por el hidroarsenicismo, que el campo agoniza, ¡eso no importa!
es más importante preservar la imagen, el rostro ante todo, elevar la producción y cuidar el capital mi buen...
Miguel Gerardo Rivera
Gómez Palacio, Durango