El miedo
Es cierto que el miedo es una condición humana de autodefensa a lo desconocido, pero también es un escudo que protege nuestras debilidades personales con el que evitamos exponernos al ridículo social. El miedo se define como una sensación de angustia provocada por el peligro real o imaginario o también es un sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea. El miedo manejado de manera cobarde nos convierte en individuos ocultos, temerosos, limitados, mediocres y seguramente hundidos en el fracaso; en cambio, el miedo manejado de manera inteligente nos hará personas precavidas, analíticas, cautelosas, tolerantes; con visión de vida prospera y positiva.
Esto es aplicable a todos en general y a nada en especial, pero me sirve como pretexto para enmarcarlo en cualquier actividad laboral. El ejemplo más representativo existe en las personas famosas; cantantes actrices, deportistas, artistas, etc. quienes a pesar de su vasta y sobrada experiencia, no dejan de sentir miedo en cada obra o nuevo evento público al que se presentan, porque el éxito o el fracaso no solo depende de sus capacidades, sino de factores externos que pudieran modificar un resultado.
Así cada uno de nosotros, sentimos un nudo o un vacío en el estomago cuando por ejemplo, sostenemos una entrevista de trabajo y no se diga cuando finalmente somos contratados para una empresa determinada. Quién de manera inteligente supera sus miedos, podrá sobreponerse a la sudoración implacable de su cuerpo o al temblor de sus piernas o al balbuceo de sus palabras en aras de conseguir nuevas y mejores oportunidades de trabajo y demostrar sus aptitudes y capacidades; pero quien no, siempre se quedará en la orilla esperando que alguien lo ayude a cruzar el ancho y caudaloso río del mercado laboral.
Es triste pero cierto, que el futuro de las nuevas generaciones de los jóvenes egresados de cualquier especialidad, se verá truncado y amenazado por el factor miedo; miedo que deberá ser combatido desde las aulas antes de graduarse como nuevos profesionistas. El mundo es de los audaces, es una frase cierta que separa el éxito del fracaso en una verdad que todos debiéramos razonar. Ser audaz significa mucho para todos, pero para los jóvenes debiera significar en primera instancia la energía, el ímpetu, el coraje y la confianza propia para sentirse capaces de superar cualquier miedo de manera inteligente.
Todos, absolutamente todos estamos expuestos al miedo; incluso en situaciones normales podemos sentir miedo por el futuro o por otros factores de poca importancia; la diferencia radica en la confianza de nosotros mismos para actuar de acuerdo a las circunstancias y hacer de un evento maligno o incierto, algo que dignifique nuestra existencia.
Juan Antonio Aguilar Tello
Torreón, Coah.