Engañados
Recuerdo que cuando estudiaba la escuela primaria, un libro de texto en su portada traía un mapa de la República Mexicana semejando un cuerno de la abundancia, de la parte norte brotaban imágenes de nuestra riqueza: frutas, verduras, granos, oro, plata, pozos petroleros, se nos decía que nuestro país era uno de los más ricos del mundo, superábamos en ingresos per cápita a países europeos como Irlanda, España, Portugal, Checoslovaquia, o asiáticos como Corea, Vietnam , India y China, a todos los países africanos y a todos los latinoamericanos.
Recuerdo que en aquella época pocos jóvenes se interesaban en hacer una carrera política, se decía que se tenía que tener vocación de servicio, espíritu de sacrificio, y estar dispuesto a tragar sapos, soportar groserías y maltrato de jefes prepotentes, lambisconear a los superiores, y ganar poco muchos años, todavía no se desataba la rapiña, los gobernadores, secretarios de Estado y altos funcionarios robaban, pero poquito, cuidaban su fama pública, hacer travesuras les podía costar la chamba, los “moches” eran del 10 %, los proveedores del gobierno más bien les daban excelentes regalos, los invitaban a su palco en el estadio Azteca, a sus casas en Cuernavaca y Acapulco, algunos a parrandas.
Pero de repente hace como unos 40 años la población comenzó a crecer exponencialmente y con ello los ingresos del Estado, les sobraba dinero en Pemex, en Hacienda, el IMSS, el ISSSTE y en lugar de guardar para el futuro comenzó el despilfarro, la pésima administración, creció la burocracia y con ella la corrupción en todos los niveles, no sólo se llevaban los ingresos, encontraron una veta en los préstamos y se inició la vorágine endeudadora, cada cambio de gobierno salía una camada de nuevos millonarios, del cuerno de la abundancia ellos se siguen llevando la abundancia y a nosotros nos dan el cuerno.
Cada que hay elecciones nos siguen engañando, y es que los mexicanos somos fáciles de engañar, hasta nos engañamos nosotros mismos, casi todos creemos que cantamos como Pedro Infante y decimos chistes como Cantinflas, cuando generalmente es al revés, decimos chistes como Pedro Infante y cantamos como Cantinflas.
Roberto Barranco Aguilar,
Torreón, Coahuila.
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Sin agua
Ante mis múltiples quejas hacia Simas por la nula cantidad de agua que tenemos en mi colonia Rincón la Merced, en la que ya ni temprano tenemos, por lo que el baño a botezasos ya se hizo cotidiano y el andar acarreando agua hasta la lavadora de la toma de afuera ya se refleja el dolor de riñón que padecemos muchos por andar cargando botes y más botes de agua. Ojalá esta carta la lea nuestro H. Alcalde y ponga (aunque o dudo), solución a este grave problema. Compramos agua de garrafón para cocinar y para beber. Ah, pero eso sí, el recibo de Simas sí llega muy puntual, lo que ignoro, es por qué concepto es el cobro cada mes, si no tenemos agua.
Mayela Salazar,
Torreón, Coahuila.
