De paz
Sientes horrible cada vez que aparezco, te desesperas, quisieras mandarme a volar, si pudieras me lapidarías, crees que soy yo que te quiere hacer daño, créeme si no te he dañado no lo voy a hacer, mucho menos para volverte loco, te lo he demostrado cada vez que llego a tu cuerpo, te asusto, pero al final no te he daño no te has vuelto loco.
Te hago sentir todo eso porque no había logrado encontrar otra manera de hacerme escuchar por ti, estás tan ocupado tratando de ser gobernador de demostrarles a los demás que eres digno de serlo. Recuerdas cuando adquiriste insomnio que sin razón aparente te soltaste a llorar. Los dos sabemos que sientes mi presencia te desesperas porque no entiendes con tu mente irracional lo que está pasando, claro con tu mente insensata no me ibas a entender.
Así es que por eso decidí escribirte. Te felicito si estás leyendo lo que te digo porque significa que ya tienes el valor de escucharme y créeme nadie mejor que yo sabe de tu gran habilidad para evitarme y salir corriendo, huyendo de mí como huías en el bosque Venustiano Carranza.
Como esas veces que me evitas y te distraes embobándote horas con el WhatsApp viviendo las vidas de otras personas que ni conoces para no enfrentar que la tuya no te gusta. Tal vez que con un par de cubitas logras adormecer tus nervios e inquietud, ni qué decir de esas otras substancias que más allá de adormecerte te fugan de esta realidad que no quieres enfrentar.
Espero estés dispuesto para enfrentar tu realidad y escucharme que estés listo para enfrentar la verdad de tu vida y de ti mismo tal y como es sin máscaras, sin atajo, sin pretensiones. Así es que aquí te van las cosas como son. Necesitas crear cambios muy profundos dentro de ti por eso yo estoy aquí para ayudarte a recuperar esa plenitud que vive dentro de ti y que para lograrlo tendrás que deshacerte de lo que te impide relacionar tu realidad.
Cada vez que yo aparezca en tu vida es porque no te has dado cuenta que no estás siendo pleno y honesto, no te asustes, mejor agradéceme que llegué, escúchame y léeme. Todo depende de qué tanto quieras, sé que sí quieres, pero a la vez sé que quieres seguir en tu confort y en tu comodidad. Prefieres continuar buscando la aprobación y aceptación de l@s coahuilens@s haciendo hasta lo imposible por llamar su atención buscando la seguridad en Rubén Ignacio Moreira Valdez.
Te entiendo, tod@s quisiéramos regresar a la panza de nuestra mamá y despreocuparnos de todo. Mientras tanto necesitas asumir que eres responsable de ti y que solamente cuando me escuches y yo vea que ya me hiciste caso, créeme que me iré. Solamente tú puedes hacer que me vaya, en verdad me iré en cuanto vea que estás haciendo lo que te corresponde hacer como servidor público. Que estás dispuesto a recuperar la paz, tranquilidad y economía de l@s laguner@s, mientras no lo hagas aquí seguiré.
Necesitas de mí carácter para modificar tu manera de interpretar tu realidad la cual está distorsionada. Necesitas deshacerte de creencias que no te ayudan y que nada más te limitan ya que tú no serás el Titular del Palacio Rosa. Necesitas de mí para poner límites para que te agarres de valor y aprendas a decir que aceptas que te están entonando el Canto de las Sirenas. Que renuncies de mendigar conmiseración para que te resignes a no depender de la existencia de tu pseudoamigo Rubén Ignacio Moreira Valdez. Estoy aquí para pedirte que simplemente dejes de hacerlo. Recuerda no quiero lastimarte quiero ayudarte a que recuperes tu propio camino de tu propio avance. Soy tú mismo gritándote que me escuches yo soy tú hablándote desde el fondo de tu corazón desesperado tocándolo para que me pongas atención, lo que sientes no es taquicardia soy yo tu esencia disfrazada de ansiedad.
Alberto Lara Noriega,
Comarca Lagunera.