Halloween permanente
Si las vialidades fueran a una ciudad lo que un vestido es a una persona, nuestras autoridades municipales tienen al pobre Torreón vestido de Halloween, permanentemente. Y es que el estado de las calles y avenidas de Torreón es feo. Las calles decentes son contadas, y sólo abarcan la distancia de unas pocas cuadras, pero todas las demás son tan tersas como el rostro de Freddy Krueger. Esto no sólo las vuelve más inseguras de transitar sino que impacta negativamente al medio ambiente. Intenta andar en una bicicleta sobre una lámina corrugada y verás que te cuesta mucho más trabajo pedalear que si andas sobre una cancha de cemento. El mismo principio físico aplica a los vehículos de motor, pues consumen mucho más energía (gasolina) en calles llenas de baches y parches que en calles parejas, y esto impacta también al bolsillo de los ciudadanos. Además, generan más contaminación de ruido para los habitantes, pues los vehículos (aún los nuevos) van sonajeando todo el trayecto debido al golpe de las llantas contra la calle.
La gente pobre, quienes en su mayoría usan vehículos poco o no contaminantes como bicicletas y motos, además de andarse cuidando del tráfico también se tienen que cuidar de hoyos, alcantarillas desniveladas o sin tapa, y desniveles de toda índole, cual si fuera campo traviesa. Tal vez habrá que considerar volver a andar a caballo si el deterioro vial de Torreón sigue al paso que va. Y es que cuando el gobierno anda en otras agendas, deja de lado lo que sí debe ser su función.
Los gobiernos se inventaron para hacer aquellas tareas sobre las cuales sería muy difícil poner de acuerdo a los ciudadanos para su realización, por ejemplo: vialidades, alumbrado, agua (aunque hay casos exitosos de cooperativas privadas), policía e impartición de justicia, y hasta ahí nada más. Pero hoy en día vemos que los gobiernos ya están invadiendo ámbitos que le corresponden sólo a los ciudadanos, quienes como consecuencia han sufrido pérdida de poder y libertad, y una infraestructura urbana deplorable.
Vaya, hasta la justicia anda por los suelos, pues el índice de impunidad es altísimo no sólo en Torreón sino en todo el país. Es urgente que los gobiernos dejen sus agendas ideológicas y retomen su función original, que es la de “ser de, por, y para el pueblo”, pues lo que estamos viendo actualmente es que son de, por, y para el gobierno.
Antonio Gerardo Arias Galán,
Torreón, Coahuila.
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Los años que nos quedan
Hoy es tu cumpleaños, y aunque quisiera darte las mayores riquezas, los regalos más costosos, me es imposible. Lo único que tengo es lo que soy, y aunque mucho de ello te lo debo a ti, te pido que lo tomes completo.
Tal vez el único regalo que en verdad puedo ofrecerte es la certeza de los muchos años que nos quedan para estar juntos.
Hoy entiendo que en el futuro y presente contigo, está la vida.
Todos tenemos un ser perfecto, o deberíamos. Gracias por ser el mío.
Jimena Tovar Álvarez,
Comarca Lagunera.
