Las nuevas cruzadas
Gobiernos mediocres carentes de un verdadero liderazgo responsable que lleve al progreso a sus pueblos, hoy han encontrado la fórmula para hacer olvidar a sus naciones sus respectivas y múltiples fallas. Y sin ningún empacho están formando coaliciones para al igual que en la Edad Media incendiar al mundo de una forma criminal e irresponsable dando así gusto a las personas enfermas que vuelven del odio su alimento. Así, hechos que deberían combatirse de una forma policíaca investigar y llevar a los tribunales a los enfermos matones y sus patrocinadores. Hoy son motivo de indiscriminados bombardeos a poblaciones inermes.
Así que en nuestro tercer milenio como en la Edad Media y como siempre los verdaderos motivos para el choque violento de culturas es turbio y oscuro y desgraciadamente y como siempre ambos bandos son víctimas del engaño de sus respectivos líderes. Nefastos sujetos apátridas que mandan al matadero a las personas para cubrir su ineptitud como líderes verdaderos.
Estas bestias de guerra incapaces de encontrar soluciones racionales a los problemas aplican la fórmula para cubrir su mediocre sistema de gobernar que es levantar el pendón de la guerra y junto con la coalición de otras naciones matar personas y lo que debería ser una masiva acción policíaca internacional para llevar a la justicia a los criminales mata inocentes y sus patrocinadores.
Hoy es una estúpida aplanadora de guerra, cuyas bombas no discriminan niños ni familias con el pretexto de que allí andan los enfermos criminales y con esto combatir el fuego con cubetazos de gasolina, así que estos locos ataques de rabia lo único que logran es hacer felices a los mismos terroristas que ante sus pueblos con estas desmedidas acciones de guerra de parte de occidente justifican el mal proceder de sus acciones de terror y esto producirá mas odio y rencor en muchas nuevas familias sacrificadas por las bombas y así al igual que hace mil años la humanidad nos tragamos los mismos cuentos. Dios quiera que en el año de la misericordia promovida por el Santo Padre Francisco la humanidad encuentre una salida de amor y misericordia y venga la paz verdadera y como se dijera en el sermón de la montaña por el Cristo (verdadero Dios y verdadero hombre) bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzaran misericordia, así pues hoy vuelve a ser el perdón razonado la única salida viable al problema y si la humanidad deseamos que la masacre de seres humanos no continué por la alimentación de odio continuo de las partes, debemos exigir soluciones pacíficas y Dios quiera que las naciones encuentren verdaderas salidas al conflicto y no permitan que locos al mando de las naciones incendien el mundo.
Hagamos oración junto con el Santo Padre para que la sensatez traiga la paz verdadera.
Arturo Pedro Salas Juárez,
Torreón, Coahuila.
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Tancredo
A principios del siglo pasado , año 1919, un torero de nombre Tancredo a pesar de sus aptitudes no podía triunfar, era meticuloso con sus lances, ponía bien las banderillas, pero era muy malo para matar, se le iban muchos toros vivos por el tercer aviso, no le conectaba emoción a la audiencia, a pesar de tener todo para hacerla, no pudo, finalmente se dio cuenta que tenía de sobra el aguante, en una tarde después de un pase se quedó quieto, el toro, a centímetros no hizo por él, se quedó quieto como una estatua, el público enloqueció en aplausos. Para la siguiente tarde esperó al toro en el centro del ruedo, sin moverse, el toro acometió, y un metro antes se detuvo, Tancredo sin ningún movimiento se quedó tieso, la plaza enloquecida aplaudía la valentía del torero, en ese momento nació la suerte del Tancredo. Su fama corrió la legua, Tancredo comenzó a llenar las plazas de toros, cobraba más que sus alternantes, con sólo pararse en el centro del ruedo, se decía que detenía al toro con sólo mirándolo. Comenzó a cubrirse de harina, parecía un fantasma que los toros bravos no se atrevían a tocar, los toros bravos a pesar de que los subalternos los incitaran a embestir se frenaban a centímetros de Tancredo, que no se movía ni un milímetro, sólo sus ojos que seguían al burel. Como es normal en la naturaleza humana comenzaron a salir imitadores, pero no tan buenos como Tancredo, ante el amago del toro se movían, y el toro los embestía Y el público de naturaleza morboso los empezó a preferir, y se acabó la fiesta para Tancredo, su excelencia para el aguante fue su perdición. Nuestros gobernantes están igual que Tancredo, ven venir el toro, se quedan quietos, mientras no los embistan todo está bien, pero igual que a Tancredo se les va a acabar la fiesta.
Roberto Barranco Aguilar
Torreón, Coahuila.