— Frank Underwood
En plena campaña electoral, Frank Underwood regresa corregido y aumentado. Le pondrá sabor a la contienda y quizá desde la ficción eclipse a Donald Trump, personaje de marca propia e incontables dislates. Ojalá que el copetón con pelo de zorrillo, quien hace unos días fue atacado por una águila calva en plena entrevista, no obtenga la nominación republicana.
¿Quién se une a mi súplica? Preferimos a Underwood, valga la expresión. Resulta menos predecible y monotemático que Trump.
A través de un video que ya circula en redes sociales, el imponente Kevin Spacey, dos veces ganador del Óscar y quizá el rostro más emblemático de la plataforma de contenidos Netflix, anunció el estreno de la cuarta temporada de su serie a modo de thriller político "House of Cards".
Retrato cómico, cínico y desalmado de la condición humana y la antítesis del virtuosismo posible en la política, una especie de El Príncipe de Maquiavelo puesto en práctica quinientos años después, ello y más es "House of Cards".
Netflix, la plataforma que produjo y lanzó la afamada serie, hoy cuenta con una valorización de mercado mayor a la de CBS, la televisora de más rating en la unión americana, y mucho es debido al éxito arrollador de contenidos propios. "Hoy Netflix es la mayor compañía de televisión por Internet en el mundo. Acumula 53 millones de suscriptores alrededor del orbe, quienes pagan una cuota mensual fija a cambio de obtener acceso a una cantidad casi ilimitada de películas y series de TV", señala un estudio.
Si no has visto "House of Cards", querido lector, aprovecha y adéntrate en las tres temporadas disponibles. No decepciona y captará tu atención desde el primer episodio. El escenario es el Congreso de los Estados Unidos, donde un experimentado congresista -Spacey- que apoya al nuevo presidente a cambio de su nominación como secretario de Estado, se entera que no será elegido para el puesto.
Ahí, justamente, comienza a tramar su venganza y red de manipulación de la mano de su esposa Claire, interpretada con una frialdad y maestría sin paragón por Robin Wright, una de las actrices injustamente subvaluadas, pero más brillantes de su generación.
Tropicales como somos en México, cuando la serie se popularizó varios miembros de nuestra clase política nacional comenzaron a hablar, a comportarse y a querer ser algo remotamente parecido al personaje encarnado por Spacey. "Fíjate en fulanito, cada que toma tribuna en la Cámara de Senadores imita y quiere hablar como Underwood", me comentó una amiga aludiendo a cierto legislador. Y así hubo varios…
Entre las frases célebres de Frank Underwood, destaco las siguientes: "Sólo hay una regla: cazar o ser cazado". "El camino hacia el poder está pavimentado de hipocresía". "Siempre está bien que te deban favores. Quizá lo he llevado demasiado lejos, lo cual es preocupante". "Siempre he detestado la necesidad de dormir. Al igual que la muerte, pone incluso a los hombres más poderosos de espaldas".
Lo medianamente parecido a Underwood en la vida real aquí en México sería Manlio Fabio Beltrones, opinó más de uno al estrenarse la serie. El propio político sonorense al ser cuestionado sobre el particular, se limitó a sonreír entre socarrón y divertido, y dijo ser fan de "House of Cards".
El caso es que Frank Underwood pronto estará de regreso…
Nos leemos en Twitter y nos vemos por Periscope, sin lugar a dudas: @patoloquasto.
