El español cayó ante el 313 del ranking mundial. (Archivo)
El tenista marroquí Lamine Ouahab, 313 del ranking mundial, rompió los pronósticos en la segunda ronda del torneo ATP de Casablanca, pues venció al vigente monarca, el español Guillermo García-López, al son de 6-3 y 6-3.
Ouahab estrenó de gran forma la nacionalización que recibió el año pasado, dado que nació en Argelia hace 30 años y de este modo sacó la casta por los de casa, que aún tienen el recuerdo latente de Younes El Aynaoui, su mejor exponente en la historia del deporte blanco.
Además del apoyo de los asistentes a la cancha central, el local aprovechó el mal paso del albaceteño, quien acumula cinco descalabros en sus últimos seis compromisos, y así lo dejó tendido tras una hora y 29 minutos de acción.
Cuatro quiebres en 13 oportunidades bastaron para solventar la campanada del día, misma que aseguró una final completamente distinta, pues la víspera se despidió el subcampeón anterior, el catalán Marcel Granollers.
Otro aliciente para el africano fue la superficie, pues de las pocas alegrías que tiene en su veterana carrera, todas fueron sobre tierra batida, que por tradición, también es el terreno predilecto de los españoles y García-López, que partía como primer cabeza de serie, no es la excepción.
Pero tras conquistar el trofeo en Zagreb, el ibérico no ha recuperado el nivel que lo llevó a los primeros planos y este jueves se encontró con un inspirado Ouahab, que ahora tiene en sus manos la misión de que el título Grand Prix Hassan II permanezca en esta ciudad.
Por el pase a semifinales, el anfitrión afrontará otra prueba española, Daniel Gimeno-Traver, quien se desgastó poco ante el séptimo preclasificado, el kazajo Mikhail Kukushkin, ya que cuando la pizarra estaba de su lado 6-1 y 4-1, su rival se retiró.
