Creyente. El reconocido actor argentino dijo que, aunque no es cien por ciento un practicante muy religioso, tiene una relación muy especial con Dios y con San Lázaro. (Archivo)
La versatilidad del actor Julián Gil lo ha llevado a realizar personajes de todo tipo, pero esta vez el contraste entre uno y otro ha sido abismal.
Pasó de ser el malvado "Patricio" en la exitosa novela Hasta el fin del mundo a encarnar al "Apóstol Santiago" en la película, Santiago Apóstol, hijo del trueno, que comienza a rodarse el 18 de mayo entre España y Marruecos.
"Después de 11 meses de hacer una novela de 170 capítulos me enfrento a esta película que es un reto actoral porque pasar de un personaje tan fuerte como 'Patricio' a interpretar un personaje bíblico es un desafío para cualquier actor, y eso me llena de mucha felicidad. Vamos a estar filmando 10 días en Armería y como 15 en Galicia. Saben lo que significa el apóstol Santiago para los españoles y para el mundo entero, y para mí es un privilegio, una responsabilidad, una bendición", dijo el actor que había filmado El milagro de Coromoto para el cine y protagonizó El crimen del padre Amaro para teatro.
Como parte de su preparación, el galán nacido en Argentina y criado en Puerto Rico ha perdido peso y tiene que bajar más. "Tengo la dicha de que un profesor me está ayudando a buscar otros tonos de voz para el papel, más cálidos".
Julián compartió que, aunque no es 100 por ciento practicante religioso, tiene una relación muy especial con Dios y con San Lázaro.
"Dios ha sido muy especial conmigo y no tengo que ir a la iglesia para manifestar mi fe, no soy fanático, pero sí católico... San Lázaro siempre me está cuidando, siempre lo pongo a trabajar, le digo 'Levántate Lázaro y trabaja', pero hay veces que le tengo que pedir 'Lázaro descansa' porque saben cómo soy yo, que cuando no hay trabajo me lo invento, lo genero. Ahora que estoy en México me he hecho devoto de la Virgen de Guadalupe".