De todo un poco tuvo el último viernes futbolero del año en el TSM, una afición que llegó entusiasta, un clima cambiante, un rival con colores ajenos a su tradición y bastantes goles en ambas porterías. Poco a poco los espectadores llegaron a ocupar sus lugares en las tribunas, armados con la esperanza de que la infame racha de no poder obtener una sola victoria en casa durante el torneo, esperanza que poco a poco se fue diluyendo y terminó por ser una ilusión, nada más.
Nuevamente, al igual que como sucedió ante Cruz Azul, los Guerreros se fueron arriba en el marcador desde muy temprano, aún algunos espectadores ni siquiera se habían colocado en sus butacas y ya Djaniny estaba alzando los brazos en señal de triunfo, provocando el primer alarido del respetable. Las tres filas de asientos en donde se ubicó la porra michoacana no se desanimaron y tuvieron su recompensa con el transcurrir de algunos minutos, cuando consiguieron el empate los visitantes y ya los relámpagos empezaban a amenazar el cielo lagunero.
Los albiverdes sentados en el graderío comenzaron a comerse las uñas con el nerviosismo de que la sequía de triunfos en casa pudiera prolongarse, pero un penalti a favor, canjeado por gol gracias al "Avión" Calderón, devolvió un poco de calma a los laguneros, que quién sabe de dónde sacaron sus impermeables para protegerse de una lluvia que comenzó ligera y fue arreciando, hasta convertirse en un chubasco cuando el árbitro dio el silbatazo inicial para la segunda parte del encuentro, que trajo más goles, lamentablemente todos fueron para el visitante.
La fiesta de los Guerreros se "aguó" con anotaciones de Velázquez y Sansores, que le dieron al "Ojitos" Meza la posibilidad de volver a ganar en Torreón después de casi 15 años de espera, lo que se hizo realidad luego de una atajada de antología por parte del meta michoacano. Desesperanza y frustración se reflejó en los rostros de los santistas, los de la cancha y los de la tribuna, pues se acabó el año 2015 en el TSM y se prolongó la sequía de triunfos en la otrora "Casa del dolor ajeno", que no ve ganar a sus Guerreros desde el ya lejano 24 de abril, cuando vencieron por la mínima a los Leones Negros.
Quizá lo único rescatable es que ya llegó a su fin un torneo que resulto infame para los aficionados laguneros, y que desde hoy se hace borrón y cuenta nueva. Pasarán el aniversario de la Revolución mexicana, el día de la virgen de Guadalupe, navidad, año nuevo, y hasta el día de los Santos Reyes, antes de que se vuelva a jugar un partido oficial en el TSM, tiempo suficiente para preparar un equipo que pueda darle la satisfacción a sus aficionados de ganar algún partido en casa.
Por la tormenta, los aficionados buscaron techo y las gradas lucieron prácticamente vacías.
