El estado de emergencia permite que el ejército coadyuve con la policía para el control de las fronteras ante la ola de migrantes. (EFE)
El gobierno húngaro comenzó a aplicar las nuevas normas para la entrada de personas a Hungría, y también declaró el estado de emergencia en dos regiones fronterizas con Serbia, lo que permite la operación del ejército.
Las medidas fueron tomadas luego de que este lunes unos nueve mil migrantes lograron ingresar a suelo húngaro antes de que las fronteras de este país fueran cerradas.
El estado de emergencia permite que el ejército coadyuve con la policía para el control de las fronteras ante la ola de migrantes.
En tanto, Serbia se encuentra en alerta máxima ante el cierre de la frontera con Hungría, dejando a familias de migrantes con niños incapacitados de seguir su camino, que hacen a pié, al norte de Europa.
Por su parte el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados, Antonio Guterres, demandó ayuda urgente para Serbia debido al cierre de la frontera por parte de Hungría, informó un despacho de la agencia Tanjung.
El funcionario de Naciones Unidas dijo a europarlamentarios este martes que confía en que Serbia mantendrá una actitud responsable y evitará rechazar a los migrantes, en su mayoría provenientes de Medio Oriente.
En tanto, en Budapest funcionarios migratorios dijeron que el cierre de fronteras corresponde a las zonas deshabitadas, y que sería posible entrar al país y en consecuencia a la Unión Europea (UE), por los pasos reconocidos.
Los migrantes deben de usar los puntos de cruce legales, cumplir con los protocolos de Schengen, informó un funcionario migratorio.
La víspera los ministros del Interior de la Unión Europea (UE) acordaron un "acuerdo de base" para el reparto de 120 mil migrantes, sin llegar a una solución real inmediata.
