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Identidad de género

Diálogo

YAMIL DARWICH

En junio de 2000 en Nueva York se llevó a cabo la Conferencia de la ONU, con la participación de 180 países para celebrar el 5° aniversario de la celebrada en Beijing, tratando temas diversos, especialmente de Derechos Humanos y entre ellos los sexuales.

En ella se dio un "parteaguas" en el tema de la libertad de ejercer la sexualidad, cambiando en mucho los criterios culturales occidentales tradicionales y dando oportunidad a que el mundo enfrentara y decidiera sobre tales tópicos, con una visión humanista en extremo liberal.

El derecho a la salud de las mujeres fue retomado y fortalecido el criterio del reconocimiento a su libertad e independencia en el tema de la anticoncepción; el resultado fueron las reformas legislativas sobre el aborto, que llegan al extremo de facilitarlo, si acaso así es el deseo de la embarazada.

El nuevo ser en gestación no fue considerado, por llegarlo a declarar "inexistente o aún no humano"; la discusión filosófica y científica continúa, sin llegar a acuerdo alguno sobre la existencia o no de vida humana en un embrión.

La educación sexual en adolescentes y niños se tornó como recomendación insistente, en principio buen acuerdo, sólo que no se marcaron límites y sí se pidió fuera aplicada aun sin el consenso de los padres.

Hoy día en México los libros de texto han sido tema de controversia por inexactos y hasta promotores del coito; el incremento de embarazos en menores es escandaloso.

También se trató el Derecho de los Trabajadores Sexuales, que al darles reconocimiento de existencia, por encima de las leyes les legitimaron. A partir de entonces la prostitución no puede considerarse como delito, aunque sí la trata de personas. Nótese que se definió "de los" incluyendo la práctica homosexual abierta, pública y comercial.

La práctica homosexual ya ha sido aceptada plenamente, protegiendo a esa minoría antropológica, pero queda a discusión el permiso otorgado por ley en México al transexualismo y la libertad de uso del vestuario en la vía pública. En la legislación quedó el hueco de atención a las minorías que pueden ser sorprendidas o engañadas por el travestismo.

Desde luego que la postura de los religiosos -todos- es en franca oposición a la nueva jerarquización de los valores y, con ellos, muchos ciudadanos que se manifiestan ofendidos, agredidos y hasta con la denuncia de la violación a sus propios derechos sociales. Las manifestaciones públicas ya se han presentado repetidamente, de unos y otros grupos.

Los políticos del mundo ha aprovechado la oportunidad para promover a sus personas y sus partidos y así han sido publicadas opiniones varias, como la del presidente BarackO bama, que dijo: "Podemos decir que Estados Unidos es una nación un poco más perfecta. Sobre todas las diferencias, somos todos iguales (...) No importan tus antecedentes, ni cómo comenzaste, como tampoco importa cómo y a quién amas". Más adelante añadió. "El amor es el amor. Estados Unidos es un país que puede escribir su futuro". ¿Usted qué opina?

En México, la Suprema Corte de Justicia, sometida a fuertes presiones de derecha e izquierda, terminó por definir que: "Las parejas homosexuales se encuentran en una situación equivalente a las parejas heterosexuales, de tal manera que es totalmente injustificada su exclusión del matrimonio", justificando su criterio en "la protección de la familia como realidad social".

En contraparte, aparecen pensadores de la Iglesia Católica, caso de Michel Schooyans, doctor en Filosofía y Teología y profesor emérito de la Universidad de Lovaina; miembro de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales en Roma; del Real Instituto de Relaciones Internacionales en Bruselas y del Instituto de Demografía Política en París, así del Population Research Institute en Washington, que se opone a lo considerado como libertinaje; Schooyans publicó dos obras que analizan el tema desde su perspectiva: "El evangelio frente al desorden mundial" y "La cara oculta de la ONU". Es una interesante lectura.

Hoy día, la identidad de género, -diferente a la biológica, que es simplemente de macho y hembra XY o XX-, acepta la realidad del heterosexual, homosexual, preferente homo o heterosexual y al travestista, además de la tradicional, - formada por una pareja heterosexual- y queda espacio para los matrimonios homosexuales y hasta poligámicos -ya un hombre, en Montana solicitó permiso para casarse con una segunda esposa- y el derecho al repudio y divorcio por la simple manifestación del deseo y/o conveniencia de alguno de la pareja. En nuestra región ya no es raro ver en plazas públicas a personas que se anuncian ofreciendo el "divorcios exprés".

En medio de tales cambios en la jerarquización de valores, no ha habido el tiempo suficiente para la reflexión adecuada y ponderar posibles consecuencias.

Eso es algo altamente delicado y peligroso para la humanidad en el futuro próximo. ¿Cuál es su criterio?

ydarwich@ual.mx

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