Problema. La pareja nunca imaginó que la decisión de adoptar se tornaría difícil. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Con el deseo de convertirse en padres, después de sufrir cuatro amargas pérdidas, Alma y su esposo decidieron adoptar.
La pareja nunca imaginó que tal decisión se tornaría difícil y sobre todo desgastante tanto económica como anímicamente, ante la serie de "trabas" y desinformación por parte de la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia en Coahuila, en donde únicamente los llenaron de ilusiones al poner en su custodia no sólo a uno sino a dos pequeños con vías de una adopción, lo cual no sucedió.
Y es que hasta el momento, ninguna autoridad de la Pronnif les ha explicado qué sucedió con su trámite de adopción.
Fue en agosto de 2014, que iniciaron los trámites de adopción, acudiendo a Casa Cuna de La Laguna, en donde los canalizaron a Pronnif.
Ya en esta dependencia, en donde asegura el trato fue "muy bueno", comenzaron a cubrir cada uno de los requisitos, desde entrevistas con el psicólogo, en su casa hasta participar en un taller en la ciudad de Saltillo.
Después de todos esos trámites, la entonces coordinadora de Adopciones de la Procuraduría, Julieta Arellano, les pedía un encuentro, en donde les anunciaría que "que habíamos sido seleccionados para un hogar sustituto con vías de adopción, porque para adoptar hay que primero ser una familia sustituta", explicó Alma.
En ese encuentro realizado en Saltillo, también fueron atendidos por la titular de la Pronnif, Yezka Garza, quien dicen, mostró su agrado pues se trataba de una familia lagunera, de donde ella es originaria.
Ese día, la entonces coordinadora les cuestionaba al matrimonio si no importaba que fueran dos los pequeños que estarían con ellos, a lo que de inmediato respondieron que no había ningún inconveniente.
Quince días después, se presentaron con dos pequeños hermanos, uno de cuatro y otro cinco años de edad, originarios de Nueva Rosita, Coahuila. En ese primer encuentro estuvo presente un psicólogo para evaluar el comportamiento de los menores.
Las visitas continuaron, sin la supervisión del especialista al interior del albergue "Refugio y Esperanza", de donde únicamente tuvieron la oportunidad de salir en una ocasión, con el permiso requerido, pero no hubo una segunda oportunidad.
"La segunda salida para llevarlos al cine, nos la cancela, que sería dentro del albergue y no nos dicen por qué, fue el 30 de abril".
Desde esa fecha el panorama para la pareja cambió por completo.
De acuerdo al informe que le había dado la psicóloga de la Pronnif Torreón, uno de los papás de los menores había acudido a Sabinas, de donde se realizan los trámites correspondientes a Nueva Rosita, acompañado por un abogado. Aunque esa respuesta preocupó a la pareja, Ericka Aguirre les explicó que "el caso estaba ganado a nuestro favor, que sólo era cuestión de tiempo, y que en cualquier momento nos podíamos comunicar", lo cual fue casi imposible.
Alma tardó más de cinco días en comunicarse con Aguirre para saber qué pasaría, información que les fue negada bajo el argumento de que "sólo éramos una familia sustituta".
Aunque la pareja acumuló más de 15 encuentros con los menores, quienes ya los llamaban papá y mamá, además de cumplir con todos los requisitos de una adopción, aún no saben qué fue lo que realmente pasó con su proceso.
En agosto fue la última vez que tuvieron comunicación vía telefónica con los menores, a quienes ya les habían preparado un espacio en su hogar para recibirlos.
Ante la nula respuesta por parte de las autoridades de la Pronnif, la pareja decidió ventilar su caso "a fin de evitar que más parejas pasen por lo mismo, porque no sólo nos dañan a nosotros sino también a los menores, al ilusionarlos con tener un nuevo hogar y sobre todo la oportunidad de ser felices".
