Hoy, algunas de las mentes más brillantes de la actualidad se plantean seriamente sobre la posibilidad o no que tenemos los seres humanos para percibir la realidad, algunos tienen la certeza de que eso es imposible, que somos viajeros en el tiempo, pero que siempre estamos llegando tarde, pues cuando tomamos conciencia de aquello que hay en el exterior, eso que en derredor nuestro deambula, ya no están exactamente ahí donde nuestros sentidos dictan. Las complejidades a las que ha arribado la física teórica en este Siglo XXI es mucho más extravagante que cualquier idea del futuro que antaño pensó el ser humano.
El todo es una minoría ante la nada, éste es uno de los descubrimientos que hoy desconcierta a los científicos. Las preguntas que esos "brujos" de la era moderna se plantean son tan exóticas que parecen sin sentido, o cuando menos absurdas, como aquélla que inquietó a Max Planck, ¿por qué cambian de color los objetos al ser calentados?, una pregunta "tonta" que nos descubrió que Dios suele jugar a los dados con el Universo…
Y pensar que toda la "locura" derivó de una manzana que el azar puso en el camino de un joven Isaac Newton, una manzana que cae de un árbol. Visión que generó la pregunta que hoy nos tiene en esta realidad… ¿La Luna también cae?, y la respuesta, como todos sabemos, es sí; la Luna cae atraída a la Tierra por una fuerza que está en todas partes y que es la responsable del movimiento de los astros…
Esa manzana fue el detonante para el descubrimiento de las Leyes de Newton que se convertirían en el detonante de la Revolución Industrial y con ella la caída de sistema feudal, dando paso a la Era Moderna y las múltiples realidades que hoy están al alcance de un click. Esa primera pregunta sobre si la Luna cae o no con el tiempo se transformaría en una serie interminable de interrogantes a las que el ser humano se ha empeñado en responder, dando pie a que tras la Física Cuántica y la Teoría de la Relatividad se arropen todos los grandes inventos de nuestro tiempo, desde el láser a la Internet, que entre semiconductores, transistores y demás hierbas tecnológicas que hacen posible el desarrollo hoy en día.
La realidad que la Internet ha traído a nuestra cotidianidad es tal que ha generado una barrera más entre aquellos países conectados o no a la "red", ese conjunto amorfo de cables, circuitos integrados y múltiples dispositivos que nos enlazan a nosotros mismos, como un periférico más de ella. Las redes sociales virtuales son hoy tan o más relevantes e importantes para muchos cibernautas que han construido su realidad en torno a una pantalla, tenga la forma o el tamaño que tenga.
Facebook, Twitter, Google+, Youtube, Instagram, Pinterest, Skype, Linkedin, Whatsapp, Reddit, Badoo, Soundhound, Wechat… y un largo etcétera, dan muestra clara del impacto que tienen en el hombre moderno, facilitando, transformando, generando nuevas formas de comunicación, haciendo de la realidad una de las muchas posibles, esto a pesar de que aún es una minoría el número de personas que ahí están inmersas, a pesar de los 1,150 millones de usuarios activos con que cuenta Facebook a lo largo del mundo, usuarios que generan un tránsito de información inmensa, de la cual los 350 millones de fotografías que se suben día a día en esta red o las 16,000 millones de fotografías que hay en Instagram.
Michio Kaku, uno de los físicos teóricos que hoy buscan explicar el mundo a través de una teoría del todo, la Teoría de Cuerdas que hace del Universo una sinfonía en la que todo vibra en una melodía que es la razón de todo, plantea algunas de la posibilidades que en el futuro tendrá la Internet, generando dispositivos que harán que los mundos reales y virtuales se fusionen en uno solo, en el que todo ha de estar conectado, donde se podrá contar con lentes inteligentes que reconocerán a la persona con la que nos topemos en algún momento, mostrándonos al instante la información de quién es, cuál es su historia, qué relación tenemos con ella, aficiones, hobbies, etc., todo aquello que necesitemos para interactuar con ella, ampliando nuestra memoria en una memoria colectiva y compartida por el mundo entero. Pero esas "gafas inteligentes" no se quedarán ahí, tendrán la posibilidad de convertirse en traductores en línea, reconociendo el idioma en que nos habla la persona que tenemos frente a nosotros y mostrándonos subtítulos lo dicho por ella...
Las posibilidades que la ciencia a través de la tecnología ha puesto a nuestro alcance son vastas, tanto que quizá hagan que la vida sea más fácil… aunque aún no entiendo cómo un click pueda reemplazar el aroma de una flor; cómo un dispositivo, el que fuera, puede sustituir la experiencia de un atardecer; cómo un "me gusta" de cualquier red social virtual ha de superar un "te quiero mucho, papi".
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