Y, ¿si algún día tuviéramos las respuestas a todo aquello que nos intriga? Y, ¿si el tiempo pudiera prolongarse al infinito para proporcionarnos la oportunidad de plantear las interrogantes pertinentes para encontrar el sino de la vida? Y, ¿si los sueños y la realidad fueran uno solo? Y, ¿si el "mundo de las ideas" fuera un destino real para vacacionar? Y, ¿si las curvas omnipresentes de la Teoría M fueran el instrumento del Gran Hacedor de Preguntas que nada sabe y al ignorarlo todo, todo sabe?
Y, ¿si la materia si se puede crear de la nada?, ¿cómo encontrar congruencia entre el Principio de Conservación de la Materia y el Principio de Incertidumbre de Heisenberg? Y, ¿si nuestro Universo es la muestra de ello, de que de la nada se puede crear el todo? Y, ¿si en el "destiempo" hay una nada creadora de todo, una nada que sólo esperaba su Big Bang para iniciar la odisea de nuestra especie? Y, ¿sí somos sólo un sueño que alguien sueña? Y, ¿si el tiempo nos sueña? Y, ¿si somos dioses anquilosados que en su desmemoria perdieron su divinidad?
Tenía tantos "Y, ¿si…?" en su cabeza que un buen día tomó la decisión de iniciar un viaje, el cual con el paso del tiempo se tornó en un largo trayecto, en la búsqueda de aquello que le diera respuestas, que acallara todos los "Y, ¿si…?". El camino hacia el "mundo de las ideas" había dejado de ser una "realidad" que le sustentara hace ya muchos años, pues los derroteros en que el conocimiento ha andado son tan diversos, disímbolos y en apariencia contradictorios que ha generado en él la necesidad de saber; una necesidad imperiosa, dolorosa por los momentos en que su finitud se torna en el peor lastre, pues el tiempo le agobiaba… y entonces sigue preguntando…
Y, ¿si el tiempo es sólo una abstracción creada para justificar nuestra estadía en esta "realidad" que inventamos día a día? Y, ¿si al inventarnos lo inventamos? Y, ¿si sólo es una idea para explicar la sucesión de "ocurrencias", ésas que al ocurrir nos crean y transforman? Y, ¿si sólo es esa abstracción?, ¿podemos burlar esta finitud a la que estamos condenados por ella?... Entonces, decidió que así sería y lo dejó de lado, pues el tiempo estorba para el proyecto que había pensado para sí, su razón de ser era sólo uno, buscar respuestas, todas y para ello se convirtió en el mejor "hacedor" de preguntas.
No tuvo tiempo ni siquiera para morir; eran tantas las dudas, tantas la preguntas que iba acumulando día a día que cuando la muerte tocó a su puerta, se encontraba inmerso en una elucubración más de los enormes dilemas que acumulaban día a día, ello le impidió oírla, y la dejó esperando… tanto que de hartazgo se olvidó que iba por él.
Su camino desde entonces ha sido arduo, poco a poco su mente ha ido desvelando cada misterio, al hacerlo inevitablemente surgen varios más por cada uno de ellos…, pero su perseverancia no tiene límite, su interés es saber, saber cada día más, llevando al límite la capacidad de hacerlo.