Muy pocas cosas son tan gratificantes como vivir entre libros, rodeado de ideas, de los sueños, los temores, las fantasías, la cordura y locura de hombres y mujeres que viven una y otra vez, siempre de formas diferentes su historia, contando y cantando sus quereres y conocimientos, certezas e inquietudes. Dormir, soñar entre páginas plagadas de tinta que trasciende tiempo y espacio, que vincula instantes y momentos sin importar contextos; páginas siempre prontas, prestas y dispuestas a abordar nuestra mente, a ser hojeadas, logrando con ello que la voz que una mente guardó en sus páginas al ritmo de un baile protagonizado por mano, pluma y papel, nos cuente las ideas en ella plasmada, tocando así nuestro corazón y nuestra mente.
Mi biblioteca es uno de mis orgullos, donde siempre el arribo de un nuevo integrante a ella es motivo de alegría y hasta un poco de presunción, así sea un libro de ciencia, tecnología, investigación, psicología, comunicación, semiótica, educación o los favoritos (esto si es que me viera obligado a definir algún tema de ellos como tal) los de literatura, sin importar género, trama o historia, siempre habrá beneplácito por un nuevo texto en ella. Por ende, en esa biblioteca familiar deambulan textos de mecánica cuántica, psicología educativa, diseño fotográfico, investigación, redacción literaria y científica, así como una gama grande de textos literarios, ellos acompañados con algunas figuras de acción que se encargan de deambular por la biblioteca.
En este arte de soñar despierto, hecho que si he de ser franco es una de mis grandes aficiones, me gusta imaginar como mi biblioteca se va nutriendo de libros, de textos que en ella se recrean y la recrean, libros que en mis sueños más ambiciosos serían elementos que harían regodearme en sus páginas. De ellos, hay algunos que hoy me harían más que feliz.
El primero de ellos es un libro que no existe, producto de la imaginación febril de H.P. Lovecraft, el mítico Necronomicón, que según los mitos de Chtulhu fue creado por un árabe loco llamado Abdul Alhazred, grimorio (libro mágico) de saberes arcanos y magia ritual cuya lectura provoca la locura y la muerte. En él, pueden hallarse fórmulas olvidadas que permiten contactar con entidades sobrenaturales de un inmenso poder y despertarlas de su letargo para que se apoderen del mundo.
El segundo de esos libros soñados sería el Manuscrito Voynich, libro ilustrado, de contenidos desconocidos, escrito hace 500 años por un autor anónimo en un sistema de escritura y lenguaje desconocido e incomprensible, el cual fue adquirido por Wilfrid M. Voynich en 1912. A lo largo de su existencia, ha sido objeto de intensos estudios con la intención de descifrar su contenido, hecho que hasta febrero de 2014 había resultado infructuoso; en ese año, Stephen Bax, profesor de la Universidad de Bedfordshire, anunció haber descifrado el manuscrito en forma parcial.
El Codex Gigas, el tercero en mi lista soñada, antiguo manuscrito medieval en pergamino creado a principios del Siglo XIII y escrito en latín presuntamente por el monje Germán el Recluso del monasterio de Podlažice, el cual fue considerado en su época como la "octava maravilla del mundo" debido a su impresionante tamaño, su grosor de 624 páginas y su peso de 75 kg. La leyenda señala que el autor solicitó la ayuda del mismo Satanás, el cual aceptó crear el libro en una noche poniendo como condición aparecer su imagen en una de las páginas, y permitiendo que se creara en una sola noche.
Mi cuarto libro es el Codex Seraphinianus, escrito e ilustrado por Luigi Serafini entre 1976 y 1978. De aproximadamente 360 páginas. Es una enciclopedia visual de un mundo desconocido, escrito en una de sus lenguas, con una escritura alfabética que tiene el propósito de ser un sinsentido.
En quinto lugar de mi lista es el Codex Rohonczi, que es una colección de textos que ha sido escrito en un sistema e idioma desconocido. Su origen es incierto, entre lo que se puede afirmar claramente es que fue donado en 1838 a la Academia de Ciencias de Hungría por el conde Gusztáv Batthyány.
El sexto documento es el Libro Dellschau, supuesto manuscrito del Siglo XIX en donde aparecen menciones a tecnologías relacionadas con la antigravedad y a una sociedad secreta llamada Nymza en el marco de la oleada ovni de Estados Unidos del año 1896.
Si… la lista es un poco exótica y harto complicada de reunir en un solo espacio, pero a fin de cuentas la vida es sueño y los sueños hay que transformarlos en realidad. Por ello, inicio con el séptimo de la lista, El principito del gigante Antoine de Saint-Exupéry, del cual ya hay varios ejemplares en diferentes ediciones en mi biblioteca y que sin duda son una estrella en la misma, pues sin lugar a dudas es uno de los grandes textos de la literatura universal.
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