Cada pueblo tiene en su esencia un toque que lo hace mágico, rasgos culturales que son el resultado de las acciones, pensamientos, ideales y creencias de hombres y mujeres, de su visión particular del mundo, de la cosmología que los nutre. En estos "instantes culturales", se encuentra esa magia que distingue a los pueblos entre sí, que los hace diferentes y en esa diferencia se explaya el pensamiento del ser humano.
México, esta compleja y disímbola república, aglutina un sinfín de pensamientos, tradiciones, inquietudes, sueños, que en las diferencias que se pueden encontrar entre las regiones que lo componen, siempre se alcanzan a ver los lazos que unen a la nación. Es un sueño soñado y construido por todos, tanto aquellos que nos antecedieron, aquellos que incluso nunca recibieron el nombre de mexicanos, esos primeros pobladores que recorrerían el territorio, que domesticarían el maíz, esa planta que junto con el frijol y el amaranto nos han acompañado a lo largo de esta historia nuestra; la misma que continuaron aquellos que allende las fronteras del terruño vinieron a hacer este país nuestro, pues como diría Chavela Vargas, "los mexicanos nacemos donde nos da la …. gana".
Una de estas características que definen en mucho el espíritu del mexicano es la presencia de la Virgen de Guadalupe, la cual se encuentra en el folclor, en el caló, en incontables tradiciones; es de tal magnitud esta realidad guadalupana, que la Basílica de Guadalupe se encuentra entre los espacios religiosos más visitados del mundo, junto con La Meca o El Vaticano. Incluso en ese citado caló se dice que en México hasta los ateos son guadalupanos. En torno a este sentimiento y vivencia del mexicano, se han escrito incontables textos, documentos de los más diversos, desde aquellos que hablan de una herramienta más de la colonización a otros que ven en el ayate de Juan Diego los más sorprendentes indicios de un milagro plasmado para dejar constancia de ese hecho fundamental en la historia de México.
Entre lo dicho y escrito en torno a este fenómeno cultural, está el texto en náhuatl de Antonio Valeriano, el Nican Mopohua ("aquí se narra"), que forma parte del Huei tlamahuizoltica omonexiti in ilhuícac tlatohcacihuapilli Santa María Totlazonantzin Guadalupe in nican huei altepenáhuac México itocayocan Tepeyácac (en náhuatl, "Por un gran milagro apareció la reina celestial, nuestra preciosa madre Santa María de Guadalupe, cerca del gran altépetl de México, ahí donde llaman Tepeyacac"), publicado en 1649 y en el que se narran las apariciones marianas de la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac, al norte de la actual Ciudad de México. Narración que según Luis Lasso de la Vega (editor de la obra) fueron escuchadas por el propio Antonio Valeriano de Juan Diego.
El Nican Mopohua fue escrito, esto de acuerdo con la mayoría de las autoridades en la materia, por Antonio Valeriano en 1556 (una copia parcial muy antigua del manuscrito Nican Mopohua en 16 páginas que data de 1556 se puede encontrar en la Biblioteca Pública de Nueva York, en la que ha estado desde 1880), siendo con ello el documento más antiguo en el cual se hace mención al milagro guadalupano.
En este 2015, se publica un nuevo texto igualmente llamado Nican Mopohua, ahora escrito por el Dr. Yamil Darwich, quien en forma de novela se suma a las múltiples voces que documentan el hecho del Tepeyac. Resultado de una búsqueda continua de datos, hechos, teorías, en torno a dicho fenómeno, Yamil Darwich se adentra a la discusión con un texto crítico en donde las teorías de la conspiración y el milagro de la Virgen de Guadalupe se entretejen en el México actual, donde su querida Comarca Lagunera es protagonista de esta historia.
El Nican Mopohua de Yamil Darwich consta de dos partes fundamentales: la historia imaginada por el autor y los datos concretos que se encuentran a lo largo de la obra y son producto de una exhaustiva investigación resultado de varios años de trabajo.
En esta obra, se refleja inevitablemente el profesor, pues no deja de plasmar su análisis de la ética actual, de los conceptos de amor filial y romántico que están sustentados en una axiología de vida fundamentada en la fe católica, misma que está presente en cada pasaje del libro, y que forman parte del quehacer de Yamil en las aulas de la UAL.
Este es el quinto libro del Dr. Yamil, quien acumula ya más de diecisiete años como columnista, en la que semana a semana presenta sus reflexiones sobre el mundo actual en todas sus aristas, donde la educación, los valores, la ciencia y muchas otras áreas del conocimiento han tenido cabida.
La nueva novela de Yamil Darwich se presentará este viernes 11 de diciembre a las 19:30 hrs. en el Auditorio de la Universidad Autónoma de La Laguna, ahí se podrá adquirir una copia de la obra.
