ADVERTENCIA… si no ha visto el episodio VII de Star Wars, puede abstenerse de leer la siguiente columna, esto si no quiere perderse una serie de sorpresas y la elaboración de sus propias conclusiones, especulaciones, agrados y desagrados, dicho lo anterior, va.
Como todo niño, adolescente o joven de los setenta en esta segunda década del siglo veinte que se precie de serlo, hemos creado en nuestro derredor una serie de íconos, juegos, canciones, programas de televisión, historietas, caricaturas y películas, entre otras cosas. A nosotros nos tocó migrar en un mundo que de pronto se vio inundado de tecnología.
Iniciamos la década de los setenta con una serie de cinco películas que nos hablaban de un mundo ubicado en una galaxia muy, muy, muy cercana, aunque 2006 años en el futuro, cuando un grupo de astronautas liderados por el coronel George Taylor regresan de un viaje no muy fortuito. Esta historia la conocimos con cinco películas: The Planet of the Apes (1968), Beneath the Planet of the Apes (1970), Escape from the Planet of the Apes (1971), Conquest of the Planet of the Apes (1972) y Battle for the Planet of the Apes (1973), saga que se complementó con una serie de televisión y una de caricaturas, así como todo un acompañamiento por historietas, figuras de acción, tarjetas de colección y muchas horas de imaginación y sueños por los caminos que la ciencia podían recorrer, desde el emblemático final de la primera película de la serie con un George Taylor llorando de rodillas ante un final inesperado, seguido en las secuelas con viajes en el tiempo que nos explican el porqué de aquello que hizo tambalear el cinismo de Taylor. Giros dramáticos que después retomarían los viajes en el tiempo como en la saga de Back to the Future (1985-1990) o en la The Terminator (1984-2017).
En esa década mágica, nos llegaría la que muy probablemente sea la saga más relevante e importante del cine, Star Wars, filme que se estrenó en el mundo en 1977, así simplemente, sin el apelativo de Episodio IV, el cual llegaría con el tiempo. De esa mágica película, surgiría un universo que se iría complicando con el paso de los años, desde el por muchos olvidable y detestable especial de Navidad de 1978, primera continuación de la que con el tiempo se convertiría en un fenómeno cultural que este diciembre de 2015 nos trajo de regalo su séptimo episodio.
Hasta el día de hoy, la saga iniciada en mayo de 1977, está integrada por los siguientes filmes: Star Wars: Episode IV - A New Hope; Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back (1980); Star Wars: Episode VI - Return of the Jedi (1983); Star Wars: Episode I - The Phantom Menace (1999); Star Wars: Episode II - Attack of the Clones (2002); Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith(2005); Star Wars: Episode VII - The Force Awakens (2015); la historia seguirá contándose en cinco películas más que están por estrenar en los próximos años, iniciando con Rogue One: A Star Wars Story (2016), la primera de tres películas que giran en torno a la trama principal; y los esperados episodio VIII y IX.
Sin duda, con estas historias que tuvieron su origen en la mente de George Lucas, son cada vez menos obra de él y más obra de una comunidad siempre creciente, compuesta por aquellos niños de los setenta que quedaron prendados de una historia de familia, de la familia Skywalker, con Darth Vader como eje central de la saga, quien en sus inicios sería un pequeño nacido de una forma no muy clara, Anakin Skywalker. Con el paso del tiempo y el arribo de cómics, videojuegos, novelas, el universo, este muy, muy, muy lejano, se hizo cada vez más complejo, pudimos descubrir toda una mitología que abarca varios milenios de historia, en la cual la que corresponde a los Skywalker sería solo una fracción muy pequeña.
Con las historias del universo extendido, se fueron explicando y conociendo las implicaciones y múltiples variantes que ocurren entre historias en que la fuerza guía en una cromatografía que de claridad a oscuridad lleva a todos los integrantes de la serie a compartir la construcción de una forma de ver.
Ante una pléyade de seguidores, este 2015 se dio inicio a una nueva trilogía, la cual en realidad serán seis películas, si incluimos los spin off, en la que por cierto se contará con la participación del mexicano Diego Luna… La fuerza ha llegado nuevamente. A la conquista de nuevos públicos, con una historia que rinde un tributo a aquella primera de 1977, con una anécdota muy similar a la primera y en la cual la muerte de Han Solo -quizá la figura más emblemática de la saga, esto después de Darth Vader-, una muerte congruente que quizá sea el motor para abrir paso a los nuevos personajes, sin el peso de los gigantes de la primera trilogía.
La carga que el fenómeno cultural de Star Wars impone a su propia historia es tal, que resulta agobiante y titánica, pues difícilmente un nuevo guion podrá satisfacer a los fanáticos, que en casi cuarenta años ha acumulado, con ideas, edades, intereses e inquietudes tan diferentes.
Lo único cierto es que no habrá un inicio que ocasione el impacto que recibimos en aquel tan querido y añorado 1977.
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