Por tercer año consecutivo decenas de personas ingresaron a la zona restringida del panteón Jardines del Carmen para visitar a sus difuntos.
Aunque en esta ocasión se retiró uno de los pilares de la barda para facilitar el acceso, las personas de la tercera edad o con enfermedades articulares, tuvieron dificultad para ingresar, pero lo hicieron.
"Nosotros todavía vamos a seguir haciendo la lucha porque la autoridad no puede mandar en lo nuestro y los terrenos que están aquí son de nosotros, ya ni del dueño del panteón", dijo María del Rosario Martínez Andrade.
El sábado el alcalde Miguel Riquelme, dijo que no habría exhumación de los cuerpos que quedaron en la zona restringida, pero que los espacios pendientes serían repuestos en un nuevo panteón.
Familias se mostraron inconformes con la solución dada por el alcalde en el caso de Jardines del Carmen. (Ramón Sotomayor)
