Los pobladores de Santa Anita y El Refugio se quejan de incumplimientos por parte de la organización Pro Defensa del Nazas.
La señora Guadalupe Moreno, de El Refugio, dijo que desde marzo de este año espera el apoyo de pagos de jornales que prometió Gladys Aguirre, a quien ubican como representante de la citada agrupación.
"Yo estuve trabajando con la señora Gladys, pero ya muchas veces no cumplía", dijo.
Dijo que desde la pasada Semana Santa les asignó tareas para recibir a visitantes y haciendo labores de vigilancia para evitar que tiraran basura o dejaran encendidas las fogatas, de lo cual hasta ahora no ha recibido ningún pago.
Otra vecina del mismo lugar, María del Rayo dijo que tanto ella como su hija Maribel Antúnez Avitia, trabajaron con Pro Defensa del Nazas y que de los últimos años fue hasta este último en que han fallado con incumplimientos respecto al pago de jornales. Tampoco han recibido despensas como antes.
Dijeron que anteriormente sí daban apoyos a las familias por las labores de la conservación del entorno del Cañón de Fernández, pero actualmente no ven reflejados los recursos que reciben del Gobierno de Durango.
Pedro Celestino Sánchez, jornalero de Santa Anita, poblado aledaño al Cañón, dijo que en ocasiones cuando se presentan incendios forestales en la zona, son los pobladores quienes se organizan y acuden a sofocarlo, pues les han llamado por teléfono a la gente de esa agrupación y no contestan, y que de hacerlo se presentan luego de 15 días, ya solucionado el problema.
Dijo que ha solicitado que se les apoye con herramientas y equipo y trajes para combatir incendios forestales y no le han dado respuesta, lo que habla del poco o nulo compromiso que tiene esa agrupación.
Sánchez aseguró que ahora con el respaldo de la organización Eco Cañón han visto respuesta en la gestión de planteamientos, como son los camiones de limpieza de Lerdo a recoger la basura para evitar tiraderos cercanos al río o los rondines de vigilancia del Ejército y otras policías estatales, lo que brinda tranquilidad a la población.
"Yo soy nativo de aquí y yo aquí vivo en Santa Anita desde los 57 años que tengo, y siempre ando en el Cañón y fui de los damnificados del 68, por lo que el Cañón representa la vida de los de aquí, como de los de la ciudad y tenemos el compromiso de cuidarlo" dijo.
