Tóxico. Un habitante de la región de Tianjin muestra con fotografías el daño que sufrieron las viviendas en la zona.
China anunció ayer que ha iniciado una investigación judicial para determinar si hubo negligencias como causa del desastre industrial de Tianjin, mientras escala la censura oficial en la red en lo que concierne a las fatales explosiones.
En plena tempestad por su gestión sobre el devastador siniestro sucedido el miércoles, que de momento ha causado 112 muertos y al menos 95 desaparecidos, así como más de 700 heridos, el Gobierno del país asiático pretendió dar hoy dos golpes de efecto.
Por una parte, el Tribunal Supremo, en la práctica supeditado al Partido Comunista al no haber independencia judicial, anunció que se ha puesto en marcha una investigación sobre lo ocurrido.
"Investigaremos posibles actos ilegales, tales como abuso de poder, negligencia en las obligaciones o cualquier práctica que constituya un delito", anunció la corte en un comunicado.
Hasta ahora, ningún miembro del Gobierno o de la compañía propietaria del almacén, Ruihai International Logistics, ha sido considerado responsable, pero la corte añade que "cooperará con las autoridades locales para reunir pruebas y asistir en futuras operaciones".
El anuncio surge después de que medios locales se hayan hecho eco los pasados días de posibles irregularidades, como que la compañía no disponía de licencia para almacenar químicos peligrosos o que la terminal donde ocurrieron las explosiones y el incendio se hallaba más cerca de áreas residenciales de lo que permite la ley, entre otras infracciones.
El director de la compañía, Zhi Feng -de quien se dijo que pudiese estar vinculado a la alcaldía de Tianjin, información que no ha sido confirmada-, y otros empleados fueron puestos bajo custodia policial inicialmente, sin que se sepa si continúa.
Otro hecho que llamó la atención fue que Gao Huaiyou, subdirector de seguridad laboral de Tianjin, declarara el viernes que no se podía determinar qué almacenaban los contenedores, entre otros motivos debido a "serias contradicciones entre la documentación de la empresa y los registros de los clientes".
Sin que hubiese habido confirmación previa sobre su existencia, que hasta entonces se calificaba de "posible", Shi Luze, portavoz del comando militar de Beijing, declaró ayer que los equipos de rescate están limpiando centenares de toneladas de restos de cianuro de sodio, altamente tóxico, que quedan en el almacén destrozado.
Añadió que utilizan peróxido de hidrógeno para neutralizar la toxicidad del cianuro y que se han detectado "niveles seguros de gas perjudicial" cerca del epicentro.
En esas circunstancias se produjo el segundo gesto oficial del día: la llegada al lugar de la tragedia del primer ministro chino, Li Keqiang, después de que se criticase que ninguno de los dos líderes -ni él ni el presidente, Xi Jinping-, hubiese visitado aún Tianjin.
Hallan cianuro
El Ejército de China confirmó la presencia de toneladas de cianuro, una sustancia tóxica, en los depósitos de la ciudad portuaria de Tianjin, donde ocurrieron las explosiones hace cuatro días. Las fuerzas de rescate chinas están limpiando cientos de toneladas de cianuro, informó en rueda de prensa el general Shi Luze, jefe del Estado Mayor de la región militar de Beijing, sin precisar el tipo de cianuro, aunque la prensa habla de 700 toneladas de cianuro de sodio. Las estimaciones iniciales ponen la cantidad de cianuro en el lugar en cientos de toneladas, dijo Luze.