Pese a los riesgos que corren al pedir limosna en las calles, ni la Unidad de Atención a Víctimas de la Dirección de Seguridad Pública, ni el sistema DIF Torreón, podrán evitar que los menores de origen indígena lo hagan, ya que se encuentran amparados bajo el argumento que es parte de sus usos y costumbres.
Graciela Caballero, titular de la Unidad de Atención a Víctimas de la DSPM, informó que fue en el mes de septiembre cuando de forma coordinada con el DIF Torreón, iniciaron una serie de recorridos por toda la ciudad para detectar a los menores en situación de riesgos o trabajando en la calle.
Durante sus recorridos, se detectó una gran cantidad de niños, de entre los 5 a los 15 años de edad, pidiendo ayuda en las calles y otros más trabajando, gran parte de ellos de origen indígena.
Los niños seguirán en las calles, aún y cuando en el 2013 se registró un accidente fatal, en donde la víctima fue una menor de 10 años, que se encontraba pidiendo ayuda en el bulevar Independencia.