La lucha por la protección a la vida humana desde el momento de la concepción, ha generado en Coahuila diversas reacciones positivas en el camino de la participación ciudadana, que ofrecen expectativas razonables de éxito.
En el caso de Torreón pasa lista de presentes Casa Cuna de la Laguna, con una trayectoria de más de treinta años acompañando a jóvenes solteras embarazadas, que encuentran en dicha asociación un apoyo en cuerpo y espíritu durante la gestación y la oportunidad de dar a sus hijos en adopción en un marco de gran compromiso humano y conforme a derecho.
La asociación referida no se limita a contribuir al remedio, sino que en el plano preventivo despliega una importante difusión del tema de la paternidad responsable entre adolescentes y jóvenes de ambos sexos y de todas las clases sociales, de manera especial en los niveles escolares de secundaria y preparatoria.
En Saltillo destaca la asociación Rescatando la Familia vinculada a otra agrupación de factura Evangélica denominada Cristo Vive, que en la región sureste encabeza la lucha en favor de la vida del niño en el vientre de su madre, y en pro del bienestar de la mujer embarazada. Esta asociación en días pasados puso en manos del Congreso una propuesta que se opone a la iniciativa del gobernador Rubén Moreira, que tiende a la promoción institucional del aborto y a su despenalización.
Rescatando la Familia ha dado a conocer su plan de recurrir a la Iniciativa Popular, que es un procedimiento previsto por la Ley de Participación Ciudadana para el Estado de Coahuila, que reconoce el derecho de los Ciudadanos Coahuilenses a organizarse para iniciar en forma directa leyes ante el Congreso, y establece un procedimiento cívico y administrativo para tal efecto.
Es cierto que el camino referido no es fácil, como lo demuestra el hecho de que habiendo sido publicada dicha Ley desde el 16 de noviembre de 2001, en el régimen de Enrique Martínez y Martínez, hasta el día de hoy no existen antecedentes de que una sola iniciativa legislativa de tales características, haya llegado al Congreso.
El procedimiento en comento requiere el acopio de firmas de apoyo por el cero punto cinco por ciento de los integrantes del padrón de electores del Estado, lo que implica las firmas de unos noventa mil ciudadanos coahuilenses. Lo anterior constituye una meta ambiciosa pero factible, tomando en cuenta que una convocatoria hecha por el Obispo de la Diócesis de Piedras Negras en ese mismo sentido, en unos cuantos días reunió veintitrés mil firmas repudiando el aborto.
En el procedimiento relativo a la Iniciativa Ciudadana ante el Congreso del Estado intervienen tanto el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila como el propio Congreso, por lo que el control que ejerce Moreira sobre ambos organismos, acusa el grado de dificultad que el propósito entraña.
Sin embargo nada debe detener a los promotores de este saludable esfuerzo, puesto que experiencias similares en otras entidades federativas, han dado por resultado que al menos dieciocho Estados de la República entre los que se encuentran Colima, Guerrero, Oaxaca, Nuevo León, etcétera, hayan elevado a rango constitucional la protección de la vida humana desde la concepción, gracias a presiones sociales semejantes a la que es objeto de comentario y los coahuilenses no tenemos por qué quedarnos atrás.
La clave está en sumar esfuerzos en todos los rincones de Coahuila, de todas las personas y organismos intermedios de la sociedad comprometidos con los derechos humanos fundamentales.
La sola movilización de un ejército de activistas en pro de la vida recabando firmas en apoyo a la causa, implica la toma de conciencia y la difusión del importante tema que nos ocupa, en una dimensión directamente proporcional a la dedicación y entrega de los involucrados en el proyecto, y la respuesta que seamos capaces de producir como sociedad.
Ya pasó el tiempo de preguntarnos cuál es el camino de la participación ciudadana. La participación ciudadana es el camino.