En México, únicamente el 0.43 por ciento del PIB se destina a investigación. La cifra, una de las más bajas del mundo, contribuye a explicar el porqué de nuestros males.
Empecemos por lo más grave: a casi nadie le interesa el asunto; es decir, aunque está disponible el dato, prácticamente no hay medios que hagan noticia del mismo, como tampoco hay ciudadanos que reclamen la ausencia de la nota. Consideramos casi vital que nos digan cómo quedó el partido de futbol; pero, eso de la investigación… "¡qué más da!".
Pues bien, resulta que la razón más determinante para la ausencia de prosperidad en el país tiene que ver con la falta de investigación, y no sólo hablo de aquella que surge de las ciencias físico-matemáticas. Sería una ingenuidad suponer que, siendo la mayoría de nuestras vicisitudes de carácter social y económico, no requerimos de verdaderos científicos de esas disciplinas, que ayuden a encontrar las causas y las soluciones a nuestros males.
Investigar es, precisamente, eso: tener la capacidad para no quedarse sólo con los síntomas sino ir a sus causas, las cuales no son ni evidentes ni fáciles de encarar.
En la actualidad, hay muchos que sostienen que estamos "sobrediagnosticados". Se equivocan, lo que tenemos es una excesiva conciencia sobre lo que nos duele (corrupción, impunidad, violencia, desigualdad, marginación, etcétera), pero muy poca claridad sobre las reales causas de esas manifestaciones.
Sin problema no hay solución. Por eso, nos limitamos a imitar las medidas que se implementan en otros países, sin comprender las razones profundas de su aplicación. Es como si a un amigo el médico le recetara penicilina y nosotros, al ver que sus efectos, acudiéramos a la farmacia a surtir la misma receta, suponiendo que también nos va a ayudar. Absurdo total.
Si, por ejemplo, hay corrupción en otros países, antes de imitar las medidas asumidas para combatirla, debemos comprender si las causas de ese síntoma son las mismas aquellas que ocasionan ese lastre en México, de lo contrario, nuestras "soluciones" sólo "ayudarán" a mejorar superficialmente el mal.
Lo pongo de la siguiente manera. Según el Índice del Derecho al Acceso a la Información en México, Coahuila es el estado más transparente debido a que su ley es "de avanzada". ¿Eso acabó con la opacidad y la corrupción? Por supuesto que no.
Las leyes son medicinas que resuelven "enfermedades" en otras latitudes, aquí únicamente las encubren.
