Dinámica. La mayor parte de los países de paso, como Hungría, Eslovenía, buscan cerrar el flujo a migrantes.
Los países del este de Europa afectados por el actual influjo de migrantes clandestinos se mostraron ayer poco satisfechos con el resultado de una cumbre extraordinaria que los reunió en Bruselas para intentar calmar la crisis.
"No estoy seguro de que concluiremos algo que será útil inmediatamente. Pero al menos nos hemos comprendido, que estaremos dispuestos a tomar acciones conjuntas en el futuro", dijo el primer ministro de Serbia, Aleksandar Vucic, en una pausa de la cita.
El gobernante afirmó que las ofertas financieras de la Unión Europea (UE) para ayudar a su país a gestionar el tránsito de migrantes "no es muy significante". Sin embargo, restó importancia al hecho, señalando que Serbia "es sólo un país de tránsito".
"Hacemos nuestro mejor esfuerzo, mostramos nuestra cara humana. Pero no nos ocupamos de esa gente para siempre y no sería justo compararnos con Alemania y todos los otros países, pese a que hemos aceptado el mayor número de personas en tanto que país de tránsito", señaló. Vucic aseguró que Serbia está dispuesta a acoger un determinado número de refugiados como parte de un esfuerzo conjunto.
Notó que el problema reside en el deseo de la mayoría de esas personas de asentarse en Alemania o Suecia. "La cuestión es ¿qué haremos con esas personas si no quieren permanecer en nuestros países? ¿Las pondremos en prisión? Supongo que no. Y eso es un tema clave, es un problema clave para todos nosotros", mencionó. Al mismo tiempo, consideró que pedir a Alemania y otros países de destino de los migrantes que mantengan abiertas sus fronteras "sería un insulto" delante de la carga que ya están soportando.
