Busca ejemplo. La presidenta Rousseff agirmó que para México es relevante combatir la corrupción.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, apeló ayer a combatir la corrupción, en pleno escándalo de la estatal brasileña Petrobras, durante su visita de Estado a un México que ayer promulgó una reforma constitucional para luchar contra ese mal.
"Una sociedad no puede convivir ni con la corrupción ni con la impunidad", dijo la mandataria brasileña durante su discurso ante la Comisión Permanente del Congreso mexicano.
En la sesión solemne, la mandataria consideró que el respeto a los "valores éticos" son pilares para erradicar la desigualdad.
Por ello, en el encuentro del martes con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ambos dialogaron sobre "desafíos comunes", zanjó Rousseff, afectada en los últimos meses por el caso de corrupción en Petrobras.
Hasta la fecha éste ha conducido a prisión a cinco exdirectores de la empresa y a una veintena de ejecutivos de importantes constructoras por pagar sobornos y así ser favorecidas en licitaciones de la petrolera
Estos recursos eran distribuidos entre partidos políticos que apoyaban la corruptela, entre ellos el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), lo que ha salpicado la imagen de la formación y perjudicado la popularidad de la presidenta.
Con la investigación todavía abierta, Rousseff mencionó el problema de la corrupción, aunque no con la intensidad del presidente del Senado mexicano, Miguel Barbosa, quien aseguró que "en nuestros países la corrupción flagela significativamente a la sociedad y debilita las instituciones".