Contento. José Meléndez del Tec de Monterrey Campus Laguna fue seleccionado para realizar un curso en Massachusetts. (CORTESÍA)
Un estudiante del Tecnológico de Monterrey Campus Laguna, fue uno de los 16 seleccionados, de más de 300 aspirantes para un curso de nanotecnología en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
El año pasado el Tecnológico de Monterrey firmó un convenio con el Massachusetts Institute of Technology (MIT), para apoyar programas de investigación y educación a través de las nanociencias y nanotecnología.
José Meléndez, alumno de Ingeniería Mecatrónica de cuarto semestre, en el Campus Laguna, recibió la convocatoria para participar un verano en el MIT.
"Se trataba de una invitación a participar en un curso de verano, parte del nuevo convenio TEC-MIT, de investigación en "Técnicas de micro y nano fabricación" en Campus Monterrey, con una estancia de una semana en los laboratorios de MTL (Microsystems Technologies Lab) del MIT, en donde haríamos la parte práctica del curso" comentó José.
Para participar en la convocatoria José mandó una solicitud, que consistía en su currículum vitae, una carta de recomendación por un profesor, una carta de motivos, calificaciones y TOEFL.
Un mes después de que José aplicó, recibió un correo de felicitaciones por parte del Doctor Ramírez en el cual decía que de los 300 aplicantes, solamente fueron seleccionados 16 para participar en esta increíble experiencia.
"De principio me llamó la atención el hecho de poder estar un tiempo llevando clases en el MIT. Entonces comencé a leer sobre de qué se trataba el curso, y quedé muy sorprendido de los temas, me interesó mucho aprender cómo poder hacer y manipular cosas que se encuentran en el orden de los nanómetros, invisibles al ojo humano, pero con muchísimas aplicaciones en la vida diaria" explicó José.
El curso que se desarrolló en Massachusetts y el Tec de Monterrey Campus Monterrey, está por terminar. Sin embargo, José ya describe su experiencia como única. "Me llevé más de lo que esperaba. Estar en el MIT me abrió mucho los ojos con respecto a lo que se está haciendo hoy en día en los campos de ingeniería. Estar un mes fuera de la ciudad es también una experiencia única. Hice muy buenos amigos, y cambió mi manera de ver el mundo".
