Con orden de embargo, agentes de la Policía Estatal irrumpieron en las instalaciones del Instituto Tecnológico de La Laguna, apoderándose de por lo menos 10 equipos de cómputo y cinco impresoras.
Los hechos se registraron al rededor de las 10:30 de la mañana de este jueves, cuando un abogado acompañado de los agentes estatales, arribaron a la entrada principal del Tec Laguna, ubicado sobre el bulevar Revolución y haciendo uso de la fuerza pública, ingresaron a las instalaciones para efectuar el embargo obsequiado por la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Alumnos y maestros del Tecnológico, al ver lo que estaba sucediendo, salieron de sus aulas, para impedir que el personal de seguridad continuara con el embargo, por lo que algunos fueron esposados momentáneamente, acto que impidió que se siguieran con la orden obligando a los agentes y personal jurídico a retirarse del lugar.
De acuerdo con las primeras declaraciones de la subdirectora administrativa del plantel, Mireya Hernández, de las personas que fueron esposadas, únicamente dos presentan lesiones en las muñecas, las cuales no son de gravedad.
Hasta el momento las puertas del Tecnológico se encuentran abiertas, ya que segundos después de lo acontecido fueron cerradas por el mismo personal administrativo, ésto como medida de seguridad.
Hernández informó que esta situación desembocó del despido de algunos maestros de inglés, quienes presentaron su denuncia laboral ante la Junta de Conciliación.
Esta es la segunda ocasión que personal de seguridad irrumpe en una institución educativa en la región, pues el pasado 27 de noviembre de 2014, personas armadas que se identificaron como elementos del Ejército Mexicano ingresaron a las instalaciones de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila (UadeC).
El argumento que dieron los uniformados al ingresar a la Facultad fue que habían recibido un reporte de huelga. La incursión causó temor entre la población estudiantil.
Un alumno y un trabajador presentaron lesiones en las muñecas tras ser esposados. (EL SIGLO DE TORREÓN)
